El derecho a recibir información de los hechos y sus circunstancias ha tenido un costo alto y doloroso en la República Dominicana. La libertad de prensa se cimenta sobre los hombros de gigantes que, arriesgando sus vidas y bienestar, desafían el silencio y la complicidad impuestas por el poder o la seducción del dinero.
Las dictaduras, los malos gobiernos y los grupos que han administrado el país en distintas etapas, recurrieron y aún recurren, a la represión, el acoso y asesinatos de los periodistas que ejercen este oficio con conciencia y responsabilidad social y política.
El 17 de marzo, fecha del asesinato de Orlando Martínez, se ha convertido en símbolo del precio que pagan los periodistas que ejercen con responsabilidad y apego a la verdad.
En vísperas del Día del Periodista, 5 de abril, invitamos a todos los que ejercen la profesión, al Colegio Dominicano de Periodistas, al Sindicato de Trabajadores de la Prensa y los sectores afines proponer que el 17 de marzo sea instituido oficialmente “Dia de los Mártires de la Prensa dominicana”.
La prensa dominicana tiene muchos mártires que merecen ser eternamente recordados por haber ofrendado sus vidas defendiendo con las libertades públicas, la justicia, la democracia y el desarrollo socioeconómico del país.
Sería el mayor reconocimiento que se puede tributar a Orlando Martínez, Gregorio García Castro, Luis Reyes Acosta, Guido Gil, Marcelino Vega y otros tantos que deben servir de ejemplo a las actuales y futuras generaciones periodistas.