Los principales líderes republicanos y demócratas del Congreso de EE.UU. despidieron hoy al fallecido líder cubano Fidel Castro entre críticas a su régimen de “opresión” y esperanza en un mejor futuro para la isla.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, comentó en un comunicado que “ahora que Fidel Castro está muerto, la crueldad y opresión de su régimen deberían morir con él». Ryan pidió reflexionar sobre los “sacrificios” de “todos los que han sufrido bajo los (hermanos) Castro.
“Lamentablemente queda mucho para garantizar la libertad del pueblo cubano y Estados Unidos debe comprometerse plenamente con esa tarea”, argumentó Ryan. En una línea muy similar se pronunció el líder de la mayoría republicana en el Senado de EE.UU. Mitch McConnell, para quien, pese al fallecimiento de Castro anoche a los 90 años, “tristemente la opresión que fue el sello distintivo de su era” no ha desaparecido.
“Mi esperanza es que el régimen cubano aproveche esta oportunidad para pasar la página por el bien del pueblo cubano y de todos aquellos que viven en las Américas”, subrayó McConnell. Mientras, la líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, aseguró en otro comunicado que, después de décadas bajo “la doctrina de opresión y antagonismo” de Fidel Castro, “hay esperanza en que un nuevo camino para Cuba se está abriendo».
“Generaciones de presos políticos cubanos, activistas por la democracia y familias sufrieron” durante el mandato de Castro y “en su nombre continuaremos presionando al régimen cubano para que abrace los sueños políticos, sociales y económicos de su pueblo”, remarcó Pelosi. Por su parte, los senadores de origen cubano Marco Rubio (republicano) y Bob Menéndez (demócrata) insistieron en que, pese a la muerte de Castro, Cuba sigue viviendo bajo una “dictadura».