Hay que suponer que a los que les sirvió el sombrero el mensaje les llegó alto y claro aunque solo se atrevieran a reconocerlo frente al espejo o frente a sus colaboradores mas cercanos, pero el resto nos quedamos en el aire tratando de adivinar a cuáles funcionarios se refirió el senador oficialista Alexis Victoria Yeb, representante de Sánchez Ramírez, a los que calificó de traviesos, dijo que se han vuelto locos y que no irá a Najayo a visitarlos. El legislador también criticó que anden “con 20 mil carros atrás” y tres guardaespaldas sin que representen un peligro para nadie ni afecten intereses, recordándoles a “quienes andan estrujándole el poder a la gente” que por eso el pueblo votó contra el PLD.
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Duras palabras han sido, pero no han recibido respuesta de los aludidos, que de ninguna manera admitirán, y mucho menos de manera pública, que sus travesuras podrían llevarlos a pasar unas vacaciones en Najayo, o que la embriaguez del poder los ha vuelto odiosamente arrogantes como llegaron a serlo los peledeístas a los que el pueblo bautizó como comesolos. Hay quienes han interpretado las críticas del senador como un síntoma del malestar que se incuba en las entrañas del PRM, donde la lucha interna por la candidatura presidencial del 2028 es cada vez mas abierta y evidente, por lo que es de lamentar que no le pusiera nombres y apellidos a esos funcionarios, que lo mas probable es que no estén funcionando como debieran por andar politiqueando fuera de tiempo y con dinero público.
Victoria Yeb no es el único que ha llamado la atención de sus compañeros sobre la necesidad de concentrarse en trabajar y hacer un buen gobierno para continuar más allá del 2028, pues en esa misma tónica hemos escuchado a Guido Gómez Mazara y, más recientemente, a Deligne Ascención, secretario de organización del PRM y ministro de Obras Públicas. ¿Serán suficientes esos llamados de atención o ya es demasiado tarde para espantar los fantasmas que terminaron destruyendo al PRD?