Spindale. La promesa de paz interior y una vida eterna atrajo a gente de todo el mundo a esta pequeña ciudad al pie de las montañas Blue Ridge, pero se encontraron con algo muy distinto: años de terror en nombre del Señor.
Los fieles de la orden Word of Faith Fellowship eran golpeados, estrangulados, tirados contra puertas y paredes en unos rituales violentos que supuestamente purificaban a los pecadores y expulsaban al diablo, según 43 antiguos miembros que hablaron separadamente con The Associated Press en entrevistas exclusivas.
Las víctimas de estos hechos de violencia incluyeron niños preadolescentes y hasta bebés, que eran sacudidos con fuerza, se les gritaba y a veces hasta se les pegaba con el pretexto de ahuyentar a los demonios.
«Vi a mucha gente que fue maltratada a lo largo de los años. Niños a los que les pegaban en la cara y les decían satanistas», afirmó Katherine Fetachu, de 27 años, que pasó casi 17 años en la iglesia.
Word of Faith también sometió a sus miembros a una práctica llamada «blasting» (voladura o explosión), en la cual les gritan cosas a una persona, a veces por horas, con la creencia de que eso espantaría a los demonios.