El gris es un color acromático, igual que el blanco y el negro; por esta razón combina con todos los demás.
Se trata de un neutro fácil de conjuntar, que ofrece multitud de ambientes y matices diferentes, dependiendo de con qué otro color se combine, pero aún así hay tonos con los que funciona mejor.
Gris y blanco. Una de las mejores combinaciones es la integrada por el gris y el blanco. Si buscas un espacio moderno, actual, sereno y elegante, el blanco y el gris son tus colores. También hay que advertir de que esta combinación es un tanto fría, por lo que conviene añadir textiles cálidos o quizá otra tonalidad cálida intermedia.
Gris y amarillo. Otro tono muy amigable con el gris es el amarillo, tanto para combinarlo en paredes, como en accesorios y textiles. El gris le resta intensidad y suaviza la gran energía que tiene el amarillo, esa es la razón por la que combinan tan bien.
Gris y dorado. El cobre y los acabados metálicos están en boga y el gris, junto al rosa palo, son dos de los mejores colores para combinar estos acabados.
Gris y azul. Hay muchos azules y muchos tonos de gris, pero en general son una acertada combinación. En azul suave asociado con el gris, crea una atmósfera muy actual.
Gris y rosa. Es una de las combinaciones más dulce y elegantes de moda en este momento.
Gris y rosa fucsia. Se podría considera el mismo color (rosa), pero obviamente no lo es. Por ello el rosa fucsia se añade a esta lista. Este intenso tono aporta mucha personalidad a los ambientes armonizado con el gris.
Gris y lila. En realidad todos los tonos morados conjuntan bien con el gris, pero el lila, violeta, malva… en fin, los tonos de morado claro, son los que mejor “maridan”. El morado es un color frío y no conviene añadirlo en grandes dosis junto al gris, pues puede crear ambientes un tanto fríos, por ello, los tonos claro funcionan mejor.
Gris y naranja. Este es otro bonito “matrimonio” de color. El naranja es una tonalidad audaz y vibrante que necesita de un compañero como el gris, que le ponga freno y suavice tanta energía, como hace también con el amarillo.
Gris y rojo. De la misma forma que pasa con el amarillo y el naranja, el rojo es un color agresivo y con mucha fuerza. Así pues, el gris le viene como anillo al dedo para suavizar el ambiente. Estos colores van muy bien en la cocina, inyectando un aire moderno y elegante.
Gris y tonos tierra. Se trata de varios: casi todos los tonos tierra que tienen un matiz amarillento, como el marfil o el beige, que podemos combinar con el gris con mucho acierto.
Saber usarlo. Siempre que elijas el gris como color para la decoración de tu casa, es recomendable pintar las paredes con un tono suave.
Si te gusta un gris oscuro, lo puedes reservar para muebles, el sofá, por ejemplo o para cualquier elemento decorativo como un jarrón o una escultura.