Los efectos del cambio climático durante los últimos días han dejado decenas de fallecidos, afectados y amenazan con la vida de 41 millones de personas, según lo informado.
Tal es el caso de la región centro sur de Estados Unidos, donde al menos 23 personas han muerto bajo las tormentas, lluvias, vientos y tornados, y este martes más de 800.000 hogares, oficinas y negocios carecían de suministro de electricidad.
Los meteorólogos dieron informes de fuertes tormentas y tornados en Alabama, Arkansas, Kentucky, Oklahoma y Texas durante el fin de semana del Día de los Caídos, incluido el domingo que fue el día con mayores tempestades en lo que va del año.
Según las autoridades locales, al menos cinco personas murieron como consecuencia de las tormentas en Kentucky, otras siete, incluidos dos niños, en el Condado Cooke de Texas; dos murieron en Oklahoma, ocho en Arkansas y una en Virginia.
Según PowerOutage.us, más de 450.000 hogares y empresas en el centro, sur y este de Estados Unidos seguían sin electricidad tras las tormentas del fin de semana este lunes por la tarde.
Mientras tanto, más de 25 millones de personas están bajo alertas de calor, principalmente en el este y sur de Texas y en el centro y sur de Luisiana y Misisipi.
Entretanto, la tercera ola de calor del año, que cumple más de una semana en México, dejará este martes temperaturas mayores a los 45 grados en 19 de los 32 estados del país, aunque también habrán lluvias «muy fuertes», informó este martes el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
«Durante este día, la circulación anticiclónica en niveles medios de la atmósfera mantendrá la tercera onda de calor de la temporada sobre el territorio mexicano. Se pronostica ambiente extremadamente caluroso con temperaturas máximas superiores a 45 grados», indicó el SMN en un boletín.
Las estados con estos registros serán Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Coahuila, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
Asimismo, se pronostica «ambiente de caluroso a muy calurosos» con temperaturas de 40 a 45 grados en Baja California, Chihuahua, Colima, Durango, Guanajuato, Puebla, Querétaro, Quintana Roo y Zacatecas.
Con ello, un total de 28 de los 32 estados tendrán un calor superior a los 40 grados.
Por último, el SMN previó de 35 a 40 grados en Aguascalientes y el Estado de México, y de 30 a 35 grados en Ciudad de México y Tlaxcala.
Pese al calor, el pronóstico también proyectó lluvias «puntuales muy fuertes», de 50 a 75 milímetros, en regiones de Coahuila y Nuevo León.
También habrá precipitaciones «fuertes», de 25 a 50 milímetros, en Aguascalientes, Chiapas, Ciudad de México, Durango, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Tamaulipas y Zacatecas.
Mientras que en el este de la India, al menos once personas murieron este martes al derrumbarse una cantera de piedra por las fuertes lluvias.
«Hemos recuperado once cuerpos. Eran trabajadores de la cantera. Creemos que cinco o seis personas más están bajo los escombros, por lo que la operación de rescate continúa», dijo a EFE Anil Shukla, director General de la Policía del estado de Mizoram, donde ocurrió el derrumbe.
El accidente tuvo lugar esta mañana en las afueras de la ciudad de Aizawl, capital estatal, debido a las fuertes lluvias, agregó el policía.
Mizoram estaba este martes sobre aviso de fuertes lluvias y vientos por el remanente del ciclón Remal, que comenzó a debilitarse ayer tras tocar tierra el domingo entre Bangladés y la India.
El Gobierno estatal había ordenado este martes el cierre de todas las oficinas públicas en el estado y recomendado el teletrabajo para todas aquellas empresas privadas que pudieran permitírselo.
En este sentido, el jefe de Gobierno de Mizoram, Lal Duhoma, anunció hoy una compensación de 400.000 rupias para los familiares de los que murieron en el derrumbe.
En su último boletín, el Departamento de Meteorología de la India (IMD) advirtió de «fuertes precipitaciones» y vientos de hasta 60 kilómetros por hora en Mizoram y otros estados del este de la India, donde la tormenta avanza convertida en una depresión.
El ciclón causó daños severos tras su entrada a tierra el domingo y provocó la muerte de diez personas en Bangladés y de tres personas en la India.
En Papúa Nueva Guinea, la ONU calcula que hay más de 7.800 afectados por la avalancha que sepultó un poblado del norte de la nación el pasado viernes. La cifra incluye a aquellas en riesgo de ser evacuadas, con el terreno aún inestable y solo seis cadáveres recuperados.
Un comunicado divulgado hoy por Naciones Unidas indica que el total de población afectada está basado en un censo de 2022 que registra 1.427 familias en el área impactada directa e indirectamente por el alud ocurrido la madrugada del viernes cerca de la mina de oro de Porgera, en la provincia norteña de Enga.
El organismo indica que se calcula que un total de 150 viviendas han quedado enterradas, mientras reitera, como advirtió Unicef, que más del 40 por ciento de todos los afectados son menores de 16 años.
«Hay muchos niños bajo los escombros», indicó hoy Angela Kearney, representante de Unicef en Papúa Nueva Guinea en un encuentro con medios, añadiendo que los vecinos «excavan con sus propias manos para no dañar los cuerpos».
Entre los más de 7.800 damnificados estarían las «más de 2.000 personas enterradas vivas» por la avalancha, según una carta enviada a la ONU el lunes por el Centro Nacional de Desastres del país.
No obstante, fuentes de la ONU consultadas por EFE llaman a la prudencia en cuanto a estos últimos datos, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que tiene a seis trabajadores en la zona de la catástrofe, estimaba el domingo en unos 670 los posibles fallecidos por el impacto de la avalancha.
Se trata de «uno de los desastres más letales de la historia reciente de Papúa Nueva Guinea», subraya por su parte un comunicado enviado hoy por la OIM, que añade que los cerca de 7.800 afectados incluyen asimismo a 1.650 individuos desplazados.
Según la ONU, solo se han recuperado seis cuerpos del área afectada por el momento, aunque advierte que espera que la cifra «aumente entre los retos debido al inestable estado de la avalancha», cuyas causas se desconocen.
Las tareas de búsqueda son muy complejas debido en parte a la inestabilidad del terreno, pues entre otros factores la avalancha cayó sobre una zona húmeda que hace que el alud siga deslizándose, dijeron hoy a EFE fuentes de la ONU.
En tanto que en Honduras, la calidad del aire que ha llevado a las autoridades a levantar algunas medidas ordenadas por los altos niveles de contaminación, provocó el cierre centros educativos desde la semana pasada.
La Secretaría de Educación de Honduras anunció en un comunicado la reapertura de los centros educativos, pero sin actividades al aire libre.
“En aquellas localidades donde la contaminación afecte la calidad del aire se recomienda el uso de mascarilla, quedando suspendidas las actividades deportivas y recreativas al aire libre”, señaló la institución hondureña.
El índice de calidad del aire (ICA) se situó hoy en Tegucigalpa, la capital de Honduras, en un nivel “perjudicial», con una media de 73 microgramos de PM 2.5 por metro cúbico de aire, los más dañinos para la salud.
En San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, el índice de calidad del aire se mantiene en la categoría “perjudicial”, mientras la concentración de partículas PM 2.5 llegó a 112 microgramos por metro cúbico de aire.
La Secretaría de Educación decidió el pasado lunes adelantar el receso o vacaciones escolares de mitad de año debido a la capa tóxica de contaminación y la ola de calor que afectan al país centroamericano.
El receso académico estaba programado en el calendario escolar para entre el 8 y 12 de julio, pero se otorgó la semana pasada por la intensa capa de humo y una fuerte ola de calor.
Cientos de empleados públicos de Tegucigalpa también volvieron hoy a sus trabajos en oficinas después de que el Gobierno ordenó que trabajaran desde casa para evitar la circulación de tantos vehículos.
Asimismo, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) ha retornado hoy a sus actividades normales tras haberse visto obligada a aplazar una semana el inicio del segundo período de clases por los altos niveles de contaminación.
Con información de EFE
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