La próxima, Ana Solano de Tobar, tomó por esposo el 3 de julio de 1693 a Joseph del Rivero y la Concha, de rancio linaje montañés, hijo de Miguel (Gómez) del Rivero y la Concha, caballero del hábito de Santiago (1658), y de María Gutiérrez, ambos naturales del valle del Carriedo, Cantabria (Catedral. Matrimonios 1674-1719, fol. 168 v). Fueron dispensados por fray Fernando de Carvajal y Rivera en presencia del doctor Gonzalo de Castro y Aguilera, comisario subdelegado de la Santa Cruzada. A la ceremonia acudieron por testigos Rodrigo Claudio Maldonado, Juan Pérez Caro y Fernando Pérez Caro.
A mayor abundamiento, este Miguel Gómez del Rivero pasó a Santo Domingo como criado del gobernador y capitán general Ignacio Pérez Caro, natural de Sevilla. Fue hijo de Pedro Gómez del Rivero (fiscal de la audiencia de la Casa de Contratación de Sevilla y oidor de la Real Chancillería de Valladolid) y de Juliana Herrera de la Concha. Sus abuelos por el lado paterno fueron Pedro Gómez del Rivero y Justa Fernández y los del costado materno fueron Pedro de Herrera y Juliana Sainz de la Concha.
Por lo demás, Ana Solano falleció el 11 de mayo de 1748, luego de haber testado ante el escribano público Domingo de Velasco. Sus restos fueron sepultados en el hospital de San Nicolás. (AHASD. Catedral. Óbitos L. 4,fol. 105 r).
A fuerza de tanto mencionar el presidio (también llamado castillo, fortaleza o fuerza), es oportuno subrayar que el Tesoro de la lengua castellana de Covarrubias, impreso en Madrid en 1611, lo define como “el castillo o fuera donde ay gente de guarnición”. Este tipo de edificaciones fue utilizado, a todos los efectos, como un instrumento de aculturación y apoyo a la estrategia de poblamiento y fundación de villas y ciudades. En particular, el conjunto de Santo Domingo estuvo compuesto por una Torre del Homenaje, con oratorio, cocina, salas, aposentos, arsenal y calabozo, que se complementaban con la casa que servía de residencia al alcaide.
Instituto Dominicano de Genealogía