Al cumplirse justamente dos meses de la muerte del niño Gioser Feliz de nueve años, el 19 de abril, su padre Sergio Luis Feliz Mancebo, habló por primera vez sobre su vínculo con Luis y Chiquito, acusados, junto a Wesly Vicent Carmona (Dotolcito), del asesinato del joven Joshua Omar Fernández el pasado 16 de abril.
Tras tejerse una serie de hipótesis y especulaciones, Sergio Luis realizó un video en vivo para Instagram, en el que afirma que tanto Luis Alberto Brito Troncoso, como Alison de Jesús Pérez (Chiquito), son sus cuñados y por eso le acompañaron al conocimiento de medida de coerción en Santiago.
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El padre del malogrado menor aseguró que no iba a moverse solo en Santiago, para evitar que a él también lo mataran.
“Los dos son cuñados míos, ellos son los maridos de cada una de mis hermanas en Santo Domingo. Yo nunca había ido a Santiago a nada, yo me los llevé a ellos porque tampoco voy a ir sólo porque ¿qué tú quieres, que me maten?”, exclamó el progenitor de Gioser, en el audiovisual.
Tanto Luis como Chiquito cumplen medidas de coerción por su supuesta implicación en la muerte del joven Joshua Omar Fernández, en la que también se le acusa al hijo del influencer Dotol Nastra, Wesly Vicent Carmona (Dotolcito), de asociarse para asaltar un grupo de personas al salir de un centro nocturno, desencadenando la tragedia; según el padre del menor, este caso no guarda relación con la muerte de su hijo.
“Como ellos salieron en esa vuelta, quisieron involucrarme a mí y no fue así. Como agarraron a Luis y a Chiquito lo pusieron que eran dos sicarios que mataron a mi hijo, eso es mucha mentira, ya la justicia tiene todo en mano”, indica.
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Inhalando el humo de una hookah y escuchando la canción “Delincuente” de Farruko, Anuel AA y Kendo Kaponi, Sergio Luis Feliz dijo que no es un santo, pero que no hay razones para quitarle la vida a un niño de la manera que lo hicieron con Gioser, quien se suponía vendría al país a disfrutar de unas vacaciones.
“Mucha gente me quieren poner a mi como el malo, que eso pasó por vainas de drogas, vainas de punto, un sinnúmero de cosas, que no van al caso, el problema aquí es que mataron un niño y por eso es que está todo como está, porque murió un niño. Ojalá yo sea un narcotraficante de los más grandes del mundo y eso no justifica que mataran un niño, porque los niños son sagrado, tú no puedes tocar nunca a tu familia”, sentenció.
Asimismo, Luis Feliz, para quien supuestamente iba dirigida la emboscada que habría sido orquestada por su mejor amigo, expresó no sentir miedo, ya que con la muerte de su hijo lo perdió.
“Yo ando en la calle solo y me parqueo donde yo quiera solo, porque yo no tengo miedo, ya el miedo mío se me perdió. A mí no me importa nada, a mí lo que me quieran hacer me pueden hacer cuando quieran ¿cuál es el daño que me van a hacer? ya no va a haber otro daño más grande que éste, creo yo” expresó.
Dijo que dejó todo en manos de Dios, quien será el que haga justicia en este caso.
“El que va a hacer la justicia es Dios, no son los jueces ni nadie. Dios es que va a poner cada cosa en su lugar, yo no tengo que mover un dedo para nada, no he movido un peso para nada y no tengo rencor que eso es lo bonito, en mi corazón yo no tengo odio… a veces, no te voy a negar que me lleno un chin de odio, pero eso se me pasa”, expresó.
Ambos casos, tanto la muerte de Gioser como la de Joshua Omar, ocurrieron en el mismo mes de abril, a pocos días uno de otro y al día de hoy, todos los presuntos responsables guardan prisión preventiva, en diferentes centros penitenciarios del país.