Casa Decor apuesta en su nueva edición por el lujo y el confort en la decoración del hogar, haciendo de cada espacio un atractivo lugar multiuso donde desconectar.
Alrededor de 55 espacios, de 20 estudios profesionales, creados por interioristas españoles, de Dinamarca, Italia, Bélgica, Holanda, Panamá o Argentina.
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Sensación de sosiego
Cocinas y baños, sobre todo, salones, bibliotecas o dormitorios muestran las últimas tendencias, donde predominan las formas curvas en sofás, sillas, bañeras y encimeras, y las estructuras abovedadas, que ofrecen mayor sensación de sosiego.
Algunos de los proyectos han tomado como punto de referencia el diseño neoclásico mientras que otros han revisitado el legado de Le Courbusier para imprimir un estilo funcional.
Está claro que la artesanía es otro de los puntos fuertes de la decoración y se puede apreciar en diversos proyectos cómo artesanos tradicionales que no tienen que ver con el interiorismo han sabido adaptar sus conocimientos para gestar tejidos que visten sofás, sillas y en el cristal, adornos para lámparas.
En cuanto a los colores, se abandona en monocromo en favor de acabados con irisaciones, degradados o envejecidos.
Piezas claves
Piezas clave son la madera y la piedra que se unen, en ocasiones, para crear combinaciones inusuales, con mucho atractivo.
Los revestimientos murales se aprovechan al máximo para plasmar el concepto creativo y se recubren de piedra, cerámica, escayola o murales artísticos, además de los clásicos papeles pintados o microcemento.
Veteranos de Casa Decor como el mexicano Jean Porche o el arquitecto puertorriqueño Héctor Ruiz-Velázquez han presentado sus propuestas de decoración en una nueva edición en la que debutan la argentina Laura Urzanqui y el panameño Gio Duarte.
El mexicano Jean Porche ha diseñado un baño años 30 “para no salir de él, un espacio de ‘wellness’. Un lujo clásico”, cuenta, donde las curvas calman.
La elegancia, un estilo de vida
Un cambio de registro en su trayectoria, en la que se deja ver su gusto y buen hacer en el entelado de las paredes “que hace del espacio un lugar más acogedor” o en el diseño de un tocador que bien podría hacer las veces de escritorio.
“Se podría pasar la vida en este baño”, apunta, donde las molduras art decó le añaden un toque de sofisticación y la curvatura de las butacas confort.
Con el mismo objetivo, el de ofrecer un espacio multifuncional, Laura Urzanqui hace de su cocina un lugar multiuso, donde no solo se preparan los alimentos, también hay espacio para departir e incluso de lectura.
“Es un espacio dinámico -dice-, con el lenguaje de la Belle Époque”, donde se mezclan materiales como mármol y madera, y en el que una lámpara de estilo renacentista pende sobre la isla central.
“La elegancia es un estilo de vida y puede estar en la cocina”, advierte, un lugar en el que también ha habilitado un espacio de lectura bajo la atenta mirada de una jirafa pintada en la pared.
El panameño Gio Duarte ha utilizado puertas recuperadas de pisos reformados, esculturas del siglo XVII y tejidos reciclados para componer una sala de estar a la que se accede por un pasillo, un espacio estrecho al que saca mucho partido y en el que incluye una escalera helicoidal para acceder a la parte más alta. Por último, el arquitecto Héctor Ruiz-Velázquez presenta un espacio en el que compartir con las mascotas.
“Un hogar dinámico”, en el que busca movimiento y un equilibrio con la naturaleza para potenciar una convivencia feliz, eliminando barreras arquitectónicas y utilizando textiles sostenibles.