Buenos Aires. El presidente de Argentina, Mauricio Macri, afirmó hoy que su política de obras públicas es “sinónimo de progreso” y no de “corrupción”, como aseguró fue en otras épocas, y reiteró que su Gobierno trabaja para todos y no solo para los sectores más acomodados, como critica parte de la oposición.
“Reiterar nuestro compromiso con que las obras van a empezar en las fechas que nos comprometemos y terminar en las fechas que decimos”, remarcó el jefe de Estado durante la inauguración de un nuevo carril para autobuses urbanos conocido como Metrobus en el centro de Buenos Aires. A su juicio, infraestructuras como esta, que beneficiará a más de 300.000 personas, son “otra forma de hacer las cosas”, que tiene que ver con “obras de calidad”, para que la gente viva mejor.
“Es sinónimo de mejora, progreso y no de corrupción, como lo han sido otras obras públicas. Sinónimo de que hemos cuidado el dinero de la gente para hacer cosas que realmente mejoren la vida, porque a todos nos cuesta pagar los impuestos”, aseveró el mandatario, que estuvo acompañado por autoridades como el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez.
En un momento en el que se investiga el pago, por parte de la constructora brasileña Odebrecht, de sobornos para acceder a la obra pública durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), y varios ex altos cargos están procesados por delitos de corrupción, Macri aseveró que las obras durante su gestión “van a ser realidades” y no “relato».
“Van a ser transformaciones que van a durar para siempre, porque están pensadas en el largo plazo, en incluir a todos los argentinos, en unir a los argentinos”, subrayó, convencido de que se están llevando a cabo obras en todo el país que forman parte del plan de infraestructura y transporte “mas importante” de la historia argentina.
“Si no podemos conectar, no vamos a poder crecer. Por eso este proceso es tan importante”, afirmó el presidente.
El carril inaugurado este martes es el octavo corredor de la red de la capital, tiene una extensión de 2,9 kilómetros, posee 25 paradores, conecta 30 líneas y revitaliza los céntricos barrios de Retiro, Puerto Madero y San Telmo. La obra comenzó el 2 de noviembre de 2016 y ahorrará, según el Gobierno, el 45 % de tiempo de viaje a los usuarios.