Tan segura está de que su hijo Julio César Ibert Jiménez (Kendry) es inocente, que quiso entregar al hermano de este, que tiene su mismo nombre y es policía, por la muerte de Dabel Zapata, hijo de un diputado.

Así lo confesó Nancy Yocasta Jiménez, arrodillada y llorosa en los pasillos del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en una de cuyas celdas espera Kendry hasta ser trasladado al penal de La Victoria donde estará confinado durante un año de prisión preventiva que le impuso el juez Juan Francisco Consoró.

La angustia, la desesperación y la impotencia hacen presa de ella al ver la situación en que se encuentra su hijo y la indiferencia de las autoridades ante su reclamo de que investiguen mejor y encuentren “a los verdaderos culpables” del crimen de Dabel.

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Solo la prensa la escucha

“Mi hijo es inocente, está deprimido y me ha dicho que quiere quitarse la vida; no lo defiendo porque sea mi hijo, sino porque no es culpable”, insiste con vehemencia la mujer llorosa.

Atribuye la acusación que le hacen a Kendry porque tiene el mismo nombre que su hermano que está prófugo: Julio César Ibert Jiménez se llaman los dos.

Refiere que fue el padre, quien también se llama Julio César, quien quiso que sus dos hijos tuvieran su mismo nombre, y que la Oficial Civil donde los declararon, les advirtió que eso le traería problemas que ya está viendo.

Nancy aseguró que ella, el padre de sus hijos, el sacerdote y un grupo de personas de la iglesia del sector donde residen se proponían entregar a las autoridades a Julio César que es policía.

“El me acusó de traicionera y huyó”, dijo, e insistió en pedirle a la Policía y al Ministerio Público que investiguen lo que ella dice y que liberen a su hijo Kendry.

Afirmó que Kendry trabaja desde los 5 años de edad desabolladura y pintura; que ella vive en España y que él nunca le ha pedido nada porque siempre ha trabajado.

Agregó que el MP no busca a los verdaderos culpables de la muerte de Dabel Zapata ocurrida durante un atraco en un local de comida rápida en la avenida Independencia donde se encontraba, “porque ya tienen a un encerrado con el mismo nombre de otro”, dijo.