En la República Dominicana, febrero es el Mes de la Patria y, por eso mismo, tiempo de Carnaval. Tiempo místico. Tiempo mixtificado. Instante del estallido del “nonsense”, la maravilla y la algarabía popular, expandiéndose como vertiginosa y sugestiva confusión entre el cielo y el infierno a través de las energéticas coreografías con que el pueblo, las comparsas y los “carnavaleros” montan el espectáculo alucinante de la catarsis colectiva, trasvistiendo los cuerpos, trastornando las almas, transfigurando la ardiente policromía de lo real y lo no real.
Cada domingo de febrero, en los espacios públicos del Gran Santo Domingo, Santiago, Bonao, La Vega, Barahona, Monte Cristi y otras importantes comunidades que viven y celebran intensamente la tradición del Carnaval, estallan los colores, ritmos, gestuales y sonidos identitarios de la dominicanidad. Instante característico de una unicidad espiritual fraguada desde los ramalazos de la historicidad, la memoria, la magia, la fantasía, el caos y el absurdo cotidianos, el carnaval también se constituye en una de las fuentes esenciales de inspiración para los más destacados creadores plásticos y visuales dominicanos contemporáneos.
En este sentido, destaca el caso especial de Mariano Hernández, quien desde hace más de tres décadas viene registrando las diversas expresiones del Carnaval dominicano a través de una serie de imágenes fotográficas cuya notable calidad estética y extraordinario impacto visual han propiciado una amplia difusión de esta rica tradición cultural dominicana mediante sus recientes y exitosas exposiciones en importantes museos y centros culturales de América Latina, el Caribe, Estados Unidos, España, Francia, Italia y Holanda.
Precisamente, desde este sábado 28 de febrero hasta el domingo 8 de marzo, Mariano Hernández presenta una exposición compuesta por 25 fotografías del carnaval dominicano en el Instituto Latinoamericano de Viena, Austria. La muestra se presenta en Viena, gracias a la iniciativa de Luisa Auffant, gestora cultural y diplomática de amplia trayectoria, así como del embajador de la República Dominicana en Austria, Ramón Quiñones, en colaboración con el Instituto Latinoamericano.
“Esta muestra, que ahora viaja a Viena, se ha presentado en Amersfoort, Utrecht (Holanda), Milán (Italia) y en la sede de la OEA en Washington, Estados Unidos, y representa un homenaje a la tradición y a la cultura popular, en ocasión de la celebración de la Independencia Nacional”, sostiene la reconocida curadora y pasada directora del Museo Bellapart.
Mientras tanto, los ciudadanos y visitantes de la República Dominicana que no les sea posible viajar hasta la capital austriaca, pueden visitar los pasillos del centro comercial Galería 360 y disfrutar la muestra “Carnaval Dominicano”, compuesta por 40 fotografías que muestran los deslumbrantes y maravillosos efectos de la fructífera jornada creativa que Mariano Hernández despliega en los últimos treinta años, registrando, estudiando y revalorando el carnaval como una de las expresiones máximas del folclor dominicano y la cultura nacional. Esta exposición también estará abierta al público hasta el domingo 8 de marzo.
Visitar estas exposiciones es como iniciar un fascinante “viaje a la semilla” y participar de una experiencia visual inolvidable, disfrutando de las coloridas expresiones de carnaval de Bonao y La Vega, que tienen por personajes principales a los Diablos Cojuelos; los Taimascaros de Puerto Plata; las Cachúas de Cabral; los Pintaos de Barahona; los Lechones y Macaraos de Santiago, así como los insólitos Papeluses y Platanuses multicolores de la provincia Hermanas Mirabal y de Cotuí. Desde luego, el registro de Mariano Hernández incluye comparsas y personajes emblemáticos del febrero dominicano como El Roba la Gallina, La Muerte en Yipe, Los Indios y Los Tiznaos
De esta manera, Mariano Hernández nos presenta un atractivo caudal de imágenes de los “carnavales” del carnaval dominicano ante las cuales, instantáneamente, nos reconocemos fascinados por el estallido de rostros, expresiones, gestualidades y colores que retienen los signos de nuestras raíces espirituales; de la magia y el asombro; de las mitologías y rituales del caos cotidiano; la multirracialidad; los juegos y tradiciones populares; de la festividad y la diversidad cultural identitaria, mostrando historias y personajes característicos de una de las más vitales, deslumbrantes y auténticas expresiones culturales del Caribe.
En síntesis
Mariano Hernández
Mariano Hernández nace en Jimaní, provincia Independencia, el 30 de abril de 1954. Desde temprana edad se traslada a la ciudad de Puerto Plata. Fundador de Fotogrupo. Miembro del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos y de la Fédération Internationale de l’Art Photographique (FIAP). Realizó estudios de arquitectura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Universidad Central del Este. Ha participado en numerosos talleres y cursos de fotografía. Realizo estudios especializados en “aplicación de la fotografía artística en las artes gráficas” en San José, Costa Rica. Ha obtenido importantes reconocimientos en el campo de la fotografía artística, tanto a nivel nacional como internacional. Ha realizado numerosas muestras audiovisuales, participando en más de cien exposiciones colectivas. Sus fotos han sido publicadas en periódicos, revistas y libros en el país y el extranjero. Es coautor con sus fotografías del libro “Carnaval de Santo Domingo”, escrito por José del Castillo y Manuel García Arévalo y del libro “El Carnaval Dominicano”, junto al reconocido folclorista investigador dominicano Dagoberto Tejeda Ortiz.