Marrullería del débil

Marrullería del débil

–¿Flor de Betania, Tizol no ha llegado todavía? –No, señor Caperuzo, no lo he visto entrar; ah, perdone, en este momento asoma por la puerta. –Dile que suba enseguida. –Tizol, Caperuzo quiere verte; ha llamado tres veces. Subió la escalera, abrió la puerta del despacho, y permaneció de pie. –Te estoy llamando desde el viernes, inútilmente. –Ayer, antes de tomar el autobús hablé con Flor de Betania. –Me están presionando para que compre la casa de la viuda. Ha venido Brazobán, del ayuntamiento, a decirme que ya lo de los solares “está en la gatera”. Me dijo que necesita que contratemos dos periodistas; que tú tienes amigos entre ellos.

–¿Amigos periodistas? –Así es, le han asegurado que te reúnes con periodistas en un bar de la Urbanización Los Caobos. –En esa zona he vendido dos casas de esta empresa. El dueño del bar compró una casa; los que van a ese sitio son guionistas y técnicos en animación; no son periodistas. –Brazobán cree que tú podrás conseguir esos servicios. –Señor Caperuzo, no tengo experiencia con periodistas, ni trato con gente de diarios. En este asunto no puedo ayudar mucho. –“El hombre” está impaciente por entregarle la casa a la tal Pomona. –No es Pomona, señor Caperuzo, se llama Lolona. –¿La conoces? –No, pero la conoceré mañana.

–¿Cómo es eso? –Me parece que la señora Edelmira ya no tiene interés en vender la propiedad. Hay que convencer a Lolona de que acepte una casa mejor que esa de la viuda, en otro lugar que sea más seguro para su hombre. Tengo varias opciones que no costarán más que la casa de Edelmira. Lo importante es que la operación de los solares continúe hacia delante. Si a la mujer le gustara la casa, para nosotros sería lo mismo una que otra. Y si no es más cara, mejor.

–La política investiga ahora un crimen que ocurrió en un taller de soldadura. A todos los que tienen que ver con apuestas y bancas les encantaría alejarse del barrio El Ensueño. Podemos complacer a Brazobán, a Lolona, a “el hombre”, y seguir con nuestro negocio de solares. –Tizol, has aprendido mucho en los últimos tiempos; pero debes coger velocidad.

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