La discriminación racial y la intolerancia continúan vigentes en el Caribe y América Latina, donde las poblaciones afrodescendientes figuran entre las más excluidas, discriminadas y con mayor índice que pobreza en la región.
Así se estableció en el Foro Bicentenario por Reparaciones Afrodescendientes, que tiene como lema “Justicia racial, con justicia climática”, organizado por la RedAfros y otras 13 organizaciones locales e internacionales. El cónclave, que se inició ayer y que concluirá mañana, busca contrarrestar esa realidad.
“Esta situación de marginalidad, exclusión y el debilitamiento del movimiento social afrodescendiente se convierten en importantes impedimentos para que esas poblaciones se beneficien de las inversiones y esfuerzos orientados al combate de la pobreza extrema, como parte del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dicen en un comunicado de prensa, las organizaciones que auspician el foro.
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El encuentro, que desarrolla parte de su agenda en el Museo de Historia y Geografía, procura también identificar las variables sociales que originaron y reproducen la discriminación histórica, así como consensuar propuestas de políticas públicas que contribuyan a transformar la situación del racismo estructural y sistémico que vulnera los derechos tanto de africanos como de afrodescendientes en todo el mundo.
Darío Solano, coordinador del foro y de la RedAfros, resaltó el que el encuentro se desarrolla en el país debido a que la gran mayoría de los dominicanos confronta serias dificultades para asumir su condición afrodescendiente.
Sostuvo que si se buscan las estadísticas en términos de educación, salud, seguridad social y calidad del trabajo, a los descendientes negros se les hace más difícil el acceso.
Precisó que la exclusión es tan pronunciada que, a pesar de que la población afrodescendiente supera los 200 millones en América Latina y el Caribe, son muy pocos los presidentes y ministros afrodescendientes.
Consideró que luego de la pandemia por COVID-19, las desigualdades se han profundizados en la región y citó que recientemente la seguridad en Ecuador asesinó a cuatro jóvenes de origen afro.
“Estamos aquí para decir que basta ya de racismo estructural, de discriminación racial, porque esto limita y obstaculiza las políticas públicas para buscar soluciones. Por eso estamos exigiendo a los gobiernos nacionales políticas públicas en ese sentido,” apuntó.
Indicó que, además de tratar temas como el desarrollo y los efectos del cambio climático, también se trata el de la reparación, debido a la deuda histórica que existe con los afrodescendientes en AL y el Caribe, por el legado de la esclavización.