“Mbappé no es suficiente”, tituló L’Équipe en una primera instancia y luego cambió por “lágrimas fatales”, siempre con la imagen del delantero del PSG cubriéndose el rostro con la camiseta de su seleccionado.
El medio deportivo más importante del mundo calificó la final como “surrealista”: “Argentina se consagró campeón en la final, quizá la más bella de la historia, al vencer a Francia en la tanda de penales (3-3, 4-2 en los penaltis). Lionel Messi, autor de dos goles, dio la tercera estrella a la Albiceleste”.
La selección francesa soñaba con una tercera estrella y con entrar en el círculo muy cerrado de naciones capaces de revalidar su título de campeona del mundo (tras Italia y Brasil), “pero cedió tras un escenario totalmente loco en Doha”, detalló L’ Équipe.
Y sentenció: “Fue un gran partido, pero Kylian Mbappé terminó con la mirada perdida, mirando de lejos a Lionel Messi mientras recogía el único trofeo que faltaba en su titánica vitrina. El equipo francés, catastrófico durante 70 minutos, demostró una increíble resistencia, pero no fue suficiente”.
“Derrotados por la Albiceleste de Messi, los Bleus dejan escapar el título planetario”; afirmó Le Figaró.
Y agregó: “Pocas veces una final de la Copa Mundial ha deparado un escenario tan disparatado. Pero eso no consolará a Kylian Mbappé, autor de un triplete, ni al resto del equipo francés”.
Según Figaró, fue Lionel Messi, “también brillante”, quien permitió a Argentina bordar la tercera estrella de su historia, tras 1978 y 1986.
“Los Bleus fracasan en la tanda de penaltis tras la mayor final de la historia de la Copa del Mundo”, tituló 20 Minutes.
Le Parisien se rindió ante la espectacularidad de la final: “El argentino Messi y la Albiceleste ganan el título mundial, pero no se trata sólo del éxito del equipo, sino también del éxito del equipo en el Mundial. Fue una forma estupenda de llegar a la cima del mundo”.
“Argentina gana el título mundial tras un partido legendario”, tituló Libération. Y agregó: “En una final dantesca, la Albiceleste se impuso a la selección francesa en la tanda de penales. Les Bleus habían logrado remontar en dos ocasiones (3-3) gracias a un triplete de Kylian Mbappé. Pero fue en vano”.
Una final vibrante
Lionel Messi coronó su brillante carrera con una victoria en la Copa del Mundo el domingo, cuando Argentina venció a Francia en los penales en una final para la eternidad, triunfando 4-2 después de que Kylian Mbappe asegurara que el partido terminara igualado después del tiempo extra.
Gonzalo Montiel transformó el penalti decisivo para dar a Argentina su tercera Copa Mundial e impedir que Francia se convirtiera en el primer equipo en 60 años que revalida el trofeo.
Sin embargo, Messi y Mbappé hicieron honor a su fama en un partido realmente extraordinario: Messi marcó dos goles y Mbappe se convirtió en el primer jugador desde el inglés Geoff Hurst en 1966 en anotar un triplete en la final de un Mundial, en un partido que terminó 3-3 tras la prórroga.
Messi había abierto el marcador desde el punto de penalti mediada la primera parte, antes de que Ángel Di María doblara la ventaja de Argentina al final de un brillante contraataque en el minuto 36.
Pero el asombroso Mbappé insufló vida a los defensores del título al recortar distancias desde el punto de penal a falta de 10 minutos para el final, antes de empatar de forma asombrosa sólo 60 segundos más tarde para forzar la prórroga.
Messi parecía haber decantado definitivamente la contienda a favor de Argentina al transformar un rechace en el minuto 109, pero Mbappe marcó de nuevo desde el punto fatídico, igualando el partido a 3-3 y forzando la tanda de penales.
La tercera tanda de penales de la final de la Copa Mundial comenzó con sendos goles de Messi y Mbappé, pero el siguiente lanzamiento de Kingsley Coman para Francia fue detenido y Aurelien Tchouameni falló a continuación de forma decisiva.
Es la segunda vez en cinco Mundiales que Francia pierde la final en la tanda de penales, tras ser derrotada por Italia en 2006, y es Argentina quien se proclama campeona por primera vez desde 1986.
La victoria permite a Messi, a sus 35 años, completar su gloriosa carrera emulando a Diego Armando Maradona, y este será recordado como su torneo a pesar de los esfuerzos de Mbappe, que acabó como máximo goleador del torneo con ocho tantos, uno más que su compañero en el París Saint-Germain, Messi.