Medidas fuertes para normalidad segura

Medidas fuertes para normalidad segura

José Miguel Gómez,

Más muertes, dolor, sufrimiento, pero aún muchos se resisten a vacunarse

Los niveles de contagios aumentan. Diferentes cepas de las mutaciones del covid-19 andan circulando en el país. Los jóvenes y adultos jóvenes son ahora los más vulnerables, debido a que es la población que continúa sin vacunar.

Aunque las vacunas están y continúan llegando existen jóvenes apáticos, indiferentes, insensibles a las campañas de vacunación, pero también al contagio, poniendo en riesgo a los abuelos, padres, hermanos, amigos y parejas.

El Gobierno ha decidido bajar las horas al toque de queda, aumentar los lugares de vacunación, mayor restricción con espacios abiertos, juntadera y teteo, colmadones y encuentro en parques y ríos.

El resultado de una población joven que no quiere parar o detener la fiesta y la calle es el aumento de la carga viral, contagios, ocupación de camas UCI, ventiladores y el colapso de los hospitales.

Por otro lado, más personas fallecidas, más dolor y sufrimiento, pero hay personas que se resisten a vacunarse. Los médicos, enfermeras, laboratoristas, personal de salud, están agotados, debido a los altos niveles de contagios. Repito, ante todo este trauma impactante, existe una población indiferente, que niega la realidad y prefiere la calle y la socialización de alto riesgo.

Otros sectores apuestan a mantener la apertura de lugares de consumo, de socialización grupal y de activación económica. Pero hay que recordarles que la prioridad es la vida, la salud, los controles sanitarios y mayor vacunación.


Frente a un diagnóstico de alto riesgo, de colapso del sistema sanitario, de contagios y de aumento de muerte, el Gobierno tiene que responder con medidas fuertes: restricciones de horarios más rigurosos, imponer que para montarse en el Metro, acudir a sitios de trabajos públicos y privados a partir de dos semanas deben todos estar vacunados.

Los familiares de guardias y policías todos vacunados. Los que reciben ayuda con tarjetas de asistencia del Gobierno deben de estar vacunados o se le restrije la ayuda. Para transportistas, trabajadores de pequeña y mediana empresa la vacunación también debe de ser obligatoria.

A veces, en poblaciones irracionales, irresponsables y de conductas de alto riesgo, hay que imponer controles y medidas fuertes cuando se habla de seguridad nacional, ya sea en salud, control alimentario, servicios básicos y seguridad ciudadana. Podría alguien hablar de totalitarismo, dictadura, control de libertades, violación de derechos civiles.

Sin embargo, la responsabilidad sanitaria es de todos y para todos. Para volver a la normalidad segura debemos vacunar al 80% de la población, y continuar con las medidas de cuidado sanitario.
Hay que empezar una campaña publicitaria urgente, llamando a familias, empresas, instituciones religiosas, partidos políticos y a toda la población de 12-30 años a vacunarse de forma responsable.

Los gobiernos deben ser responsables, fuertes y seguros cuando se trata de medidas para proteger, cuidar la vida y la seguridad de las grandes mayorías.

Lo que estamos viviendo y observando es a una población joven que no para, no valora riesgo y no cuida a la familia ni a la sociedad.
Si queremos activar economía, abrir el país, volver a normalidad segura, hay que tomar decisiones fuertes, prioritarias, circunstanciales, pero de mayor control. ¡Todos y todas a vacunarnos! Uso de mascarilla, restricciones a espacios abiertos, etc.

Normalidad segura, país responsable, ciudadanía solidaria y altruista es lo que se puede ofertar. Pero alguien debe asumir los controles y las medidas, frente a una población riesgosa socialmente, y de pobre valoración del riesgo y de consecuencias riesgosas, por una normalidad segura. ¡Todos a vacunarnos, mascarilla, higiene y distanciamiento de nuevo!

Los países que han tenido diferentes olas de contagio han vuelto muy rápido a la normalidad, descuidando las medidas sanitarias, el distanciamiento y la vacunación ha sido muy lenta. Nuestro país tiene vacunas, ha aumentado camas, pero ha sido débil en el distanciamiento social y aumentar las restricciones en las comunidades de mayor contagio.
Todos deseamos volver a esa normalidad segura, activar el turismo, el consumo y la economía en sentido general, pero va a depender de la responsabilidad ciudadana en cumplir las medidas sanitarias y apoyar la vacunación masiva.

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