En la opinión nuestra, que hemos externado varias veces, arte y literatura forman parte indisoluble de la creación, la investigación, la estética, y se valoran mutuamente, aunque son expresiones distintas. Nos parece bienvenida esta coincidencia de tiempo, de lugar, de cercanía, entre la Feria del Libro y la Bienal de Artes Visuales, el público pasando de una a otra, y volviendo ciertamente a ambas… Hay mucho que ver, hay mucho que leer.

Y todavía nos hace más feliz que la 25 Feria Internacional del Libro se haya dedicado a Jeannette Miller, cuya excelente y cuantiosa obra puede definirse como una simbiosis.

Muy pocas personalidades tienen el privilegio de este talento, tan amplio y de tanto nivel en sus distintas “escrituras”: historia y crítica de artes visuales, ensayo, poesía, antología, cuento, novela. No sabríamos colocarlas en un orden de preferencia: ¡ello también es excepcional!

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La biografía profesional de Jeannette Miller, impactante desde sus actividades y producciones hasta sus reconocimientos y premios, no solo es bastante accesible, sino que tendremos la oportunidad de apreciar evolución, facetas, diversidad, éxitos en el Pabellón que la Feria le dedica.

Una programación diaria, permanente, impresionante, también permitirá, gracias a distinguidos intelectuales, confirmar o descubrir la interpretación de sus obras y su posición ante la vida, la sociedad, la espiritualidad.

Durante muchos años, hemos apreciado especialmente a Jeannette Miller, disfrutando y aun discutiendo – un modo de disfrutar – sus textos sobre artes visuales, admirando la vena poética que ella fundía hasta con el análisis, si la pintura le inspiraba… Leyéndola, recordamos lo que el maestro cubano, Mariano Rodríguez, afirmaba: “Los poetas son los mejores críticos de arte!”.

Jeannette Miller y las artes visuales

Jeannette Miller mantuvo con la gran María Ugarte una amistad entrañable. Fue un “amadrinamiento”, vínculo intelectual y humano casi filial, de intensa admiración que Doña María también manifestó por Jeannette. Estimamos muy importante esta hermosa relación y similitud de convicciones.

Jeannette Miller inició sus compromisos muy joven, desde el final de la adolescencia: estudiar, hablar, enseñar, escribir, convencer, compartir. Eran los años 60, período cumbre de inquietudes por la acción colectiva, por la modificación de la originalidad a favor de una causa, por el valor conferido a una ruptura de la continuidad “establecida”.

El arte reivindicó su derecho a la rebelión, y se creyó en el poder de una transformación social a partir de la estética. Jeannette Miller participó de manera determinante, en planteamientos de avanzada y cambios, siempre nacionalistas. Así lo ha expresado: “La década del 60 es un período de derrumbe y sepultura, también de nuevas definiciones y aperturas”.

Jeannette Miller, durante años, ha ejercido el liderazgo en el análisis y valoración del arte dominicano. Ya escritora reconocida, de recia personalidad, sin temor a asumir opiniones radicales, ha publicado no solamente columnas periodísticas, sino también ensayos y monografías, destacándose una historia del arte dominicano, de alto valor, éxito y consulta necesaria.

Ahora bien, Jeannette Miller no solamente escribía, sino organizaba y participaba en actividades públicas. Inolvidable es la curaduría de la contundente exposición colectiva, “Nueva Imagen” ( Santiago, 1972, UCMM). También impartía clases en la Escuela Nacional de Bellas Artes. ¡Capacidad, entusiasmo y pasión!

El período preferido por Jeannette Miller en la plástica dominicana, fue la generación del 60 a la cual pertenece, y, a pesar de una evolución contemporánea positiva, nadie hoy niega esa contundencia.

Jeannette Miller se distanció de la crítica periodística, para entregarse a publicaciones y textos extensos. Aunque nunca se apartó de las artes visuales, más se entregó a la literatura, triunfando en la narrativa. Varias conferencias nos ilustrarán al respecto.

Nuestro artículo es una mera introducción al auge de una escritora justamente homenajeada, y queremos concluir al citar versos de Jeannette Miller al pintor Fernando Peña Defilló, en su poema Criollo:

“Reproduces lo que ves, lo que te duele, orgías de color, y plantas, agua en su curso y derramada, equilibrio fatal de lo que es nuestro, bello suelo y miseria, limpio cielo y un drama”.