QUITO . — Los organizadores del Mundial pueden respirar tranquilos. Lionel Messi estará el próximo año en Rusia.
El Messi del Barcelona finalmente apareció en estas eliminatorias mundialistas y firmó un triplete el martes en el triunfo 3-1 sobre Ecuador que clasificó a la selección de Argentina a la Copa del Mundo en la última fecha de las eliminatorias sudamericanas.
“Por suerte se nos dio, salió todo bien y estamos adentro”, dijo el astro a periodistas al canal TyC Sports de Argentina, quebrando así el silencio con la prensa que había impuesto junto a sus compañeros del seleccionado desde noviembre. “Estamos tranquilos, conseguimos el objetivo que es lo más importante. Todo este momento que estuvimos alejados de la prensa y la gente nos sirvió para acercarnos más”.
Argentina llegó a Quito urgida de una victoria para clasificarse sin depender de otros resultados, y Messi se encargó de que la Albiceleste no se ausente de su primer Mundial desde 1970 con otra actuación para el recuerdo, con la que empató con el uruguayo Luis Suárez como máximos artilleros en la historia de las eliminatorias sudamericanas con 21 tantos.
Argentina terminó en tercer puesto, entre los cuatro primeros que otorgan billetes directos a Rusia. Brasil (1), Uruguay (2) y Colombia (4) redondean el pelotón mundialista de Sudamérica, mientras que Perú, gracias a su empate 1-1 con Colombia y la derrota de Chile 3-0 en Brasil, terminó quinto y disputará un repechaje en noviembre contra Nueva Zelanda.
Chile, bicampeón de Sudamérica, finalizó sexto y eliminado.
Messi consideró que “hubiese sido una locura que Argentina no esté en el Mundial, el grupo no se merecía esto”. Y vaticinó que a partir de esta victoria el equipo “va a cambiar, va a crecer mucho, va a salir más fortalecido”.
El triunfo contundente, si bien logrado con una cuota de nervios tras un gol de Ecuador en el primer minuto, tranquilizó no solo a los argentinos, sino a todos los hinchas del fútbol alrededor del mundo que estaban en vilo por la posibilidad de que Messi se perdiese el torneo de 2018, en el que cumplirá 31 años y que probablemente sea su último Mundial.
Será, además, otra oportunidad para conquistar su anhelado primer trofeo con la selección mayor de Argentina, el único listón que le falta en una carrera en la que ganó todo con el Barcelona, y que lo colocó en el Olimpo del fútbol junto con su compatriota Diego Maradona y Pelé. Argentina perdió la final de 2014 ante Alemania, además de las finales de la Copa América de 2015 y 2016 contra Chile.
“Messi no le debe al Mundial a la Argentina, el fútbol le debe el Mundial a Messi”, señaló el técnico de Argentina, Jorge Sampaoli. “Tuvimos la posibilidad de ayudarlo para que esté en una nueva Copa del Mundo. Es el mejor jugador de la historia y me emociono mucho de estar en un grupo cerca de él”.
Añadió que su plantel exhibió “una jerarquía muy alta en un reducto muy difícil, casi inquebrantable para la selección argentina”. La Albiceleste no ganaba en la altura de Quito por las eliminatorias desde 2001.
En las afueras del estadio Atahualpa, cientos de hinchas argentinos coreaban una y otra vez el nombre Messi y “Argentina, al Mundial”, mientras convertían la fría noche quiteña en un verdadero carnaval.
“Ha demostrado una vez más que es el dueño de este juego, no hay contexto para él. Ojalá lo podamos ayudar”, expresó Javier Mascherano, compañero de Messi en Barcelona.
El partido arrancó de la peor manera posible para el equipo de Sampaoli, que frenó una racha de cuatro partidos sin ganar (una derrota y tres empates) y sumaba apenas un gol en las cuatro últimas fechas. Un descuido de la zaga albiceleste en un balón largo permitió al ecuatoriano Romario Ibarra cuando apenas se había cumplido un minuto de juego.
Un revés prácticamente sepultaba las esperanzas de Argentina, e incluso un empate la dejaba a merced de recibir ayuda de los otros partidos simultáneos.
Messi se aseguró de que no fuese necesario sacar la calculadora.
El genio del Barsa empató a los 12 minutos al realizar una pared con Angel Di María y definir entrando por el corazón del área, ante una zaga ecuatoriana que le regaló espacios como pocos equipos suelen hacer con el que muchos consideran como el mejor futbolista del planeta.
El segundo tanto llegó a los 18, cuando el ecuatoriano Darío Aimar perdió un balón al borde del área y Messi lo clavó en un ángulo. El delantero coronó la remontada a los 62 con disparo bombeado que superó al portero Máximo Banguera.
Los goles de Messi fueron los primeros de Argentina producto de jugadas desde el triunfo 3-0 sobre Colombia el 15 de noviembre del año pasado. Después sumó apenas dos tantos en sus cinco siguientes partidos, uno de penal de Messi en una victoria 1-0 sobre Chile, y otro por un autogol en un empate 1-1 frente a Venezuela.
Ecuador, eliminado de antemano, culminó la eliminatoria en octavo puesto.
El asistente técnico de Ecuador, Patricio Lara, destacó que Argentina “es un gran rival, que tiene al mejor jugador del mundo y tratamos de pararnos en la cancha para jugar de igual a igual, pero las luces de un gran jugador (Messi). Nos costó mucho”.