No todos tenemos la capacidad de asimilar ilusiones nocturnas y transformarlas en realidades tangibles que nos sirvan para seguir adelante cada día” –comenta en voz alta Herminio a Píndaro-… Nacemos y crecemos físicamente… pero no siempre tenemos la suerte de desarrollar y estimular habilidades únicas que acentúen nuestra personalidad… Es una suerte –si así escoges decir- cuando tienes la capacidad de vivir en un mundo que diseñas para ti, aún estando rodeado de tus seres más queridos y de aquellos entre los cuales has escogido sentir como tus relacionados y/o colaboradores”.
“¡Heyyy, Herminio! –exclama Píndaro-… ¡La vida es bella!… Los colores que destacan en ella son garantía de armonía y… ¡ahí me quedo!” –expresa con una seguridad y determinación muy característica de él, como alter ego-… “Te entiendo perfectamente, Píndaro –razona Herminio-… pero, por convicción propia, me deslizo día a día por un mundo blanco y negro, en el que no hay distinción de tonos sino balance de grises… En el que me puedo dar la libertad de adentrarme a lo más profundo de cada objeto que convierto en mi sujeto del momento… escudriñando desconocidos resquicios a los cuales su naturaleza misma les permite que siempre algo suceda ante mi vista al observarlos… ¡Así puedo tener la libertad de definir mi proceder, consciente de que aunque no a todos les pueda agradar, los resultados habrán de proyectar un sello que me acompañará por toda la vida”.
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“Es comprensible lo que expresas, Herminio –razona ahora Píndaro-. Percibo y entiendo que has llegado a desarrollar la habilidad de pensar, programar, desarrollar, medir resultados, corregir errores, y repetir el procedimiento’… que es, en sí misma, ¡una ecuación de vida!… Como tu alter ego, vengo disfrutando tus travesuras creativas y, al mismo tiempo, cómo tienes la capacidad de adaptarte y poder vivir en un mundo tradicional entre los demás mortales”… “Píndaro –refiere ahora Herminio, mientras mira fijamente a su alter ego-… Desde hace unos años busco encontrar, afanosamente, lo que para muchos es sencillamente ‘el alma de la cosas’… He abandonado el simplemente mirar, para esforzarme en observar lo que mi interior me motiva a detectar y retener… ¡Es indescriptible la experiencia!… Paso de lo general a lo íntimamente particular y privado… ¡Me puedo dar el lujo de sentir que aquello descubierto es simplemente mío y de nadie más!”.
“¿Es a eso lo que llamas ‘El alma de las cosas’? –le increpa Píndaro-… He visto que, durante casi tres años, has venido exponiendo al público y compartiendo tus vivencias más íntimas con el uso del lente… Y, es más –remacha Píndaro-, en estos días has enfatizado la importancia de tu experiencia y de tus vivencias al dar a conocer que el 6 de julio inicias una etapa en la cual traes a todo el que quiera visitar el Museo de Arte Moderno, una selección muy especial de tus más recientes descubrimientos visuales haciendo uso de la observación profunda que promueves…”.
“Así es, Píndaro –exclama satisfecho Herminio-… Desde el 6 de julio hasta el 21 de agosto, gracias al 18 aniversario de Lanco Dominicana, y el apoyo de CORVI, DIESCO, La Aurora, BALDOM, CCP, Besos y Abrazos, Música a las 12, y Raíces, todos –como equipo-, estaremos permitiendo que mis vivencias fotográficas y la poesía de José Mármol puedan ser convertidas en una amplia donación al Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM) en el Museo de Arte Moderno (MAM)… ¡Así puedo seguir observando mi mundo en blanco y negro!”.