Mi afición por el deporte y en particular por el beisbol que era y sigue siento el preferido de la fanaticada y en especial mío y de mi padre, ferviente amante de ese deporte, para entonces miembro directivo del Club Atlético Licey Inc., teniendo a bien regalarme, a mi corta edad de cinco años, mi primer uniforme que en el pecho lucia las cinco letras del equipo de su preferencia: LICEY.

No puedo olvidar aquellos momentos cuando siendo designado Secretario de Estado de Deporte, Educación Física y Recreación durante el gobierno del presidente Dr. Salvador Jorge Blanco, cargo que desempeñe en ejercicio de mis funciones y servicios por cuatro años, se presentó a mi despacho Cristóbal Marte, a quien entonces apenas conocía, para informarme y pedir mi apoyo a su proyecto de conformar un equipo de volibol femenino integrado por un selecto grupo de jóvenes deportistas competentes que pudieran participar y competir a nivel nacional e internacional, frente a equipos de diversos países del mundo.

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Habiéndole escuchado atentamente y luego de evaluar su interés, empeño y entusiasmo, sin pensarlo dos veces, le di mi consentimiento ofertándole mi total apoyo político y económico, consciente de que esas llamadas Reinas del Caribe cumplirían su misión poniendo bien en alto la bandera y el nombre de Republica Dominicana como, en efecto, ha sucedido.

Recientemente la prensa destaca un duelo bien peleado por las “Reinas del Caribe” que “impusieron su ataque potente y su buena defensa ante el elenco neerlandés y se llevaron la clasificación a Paris, 2024, venciendo a Serbia en el quinto set, 3 a 1 y al poderoso equipo de China, en su propio patio, a casa llena y también, para remate, 3 – 2 a los Países Bajos “que corona un performance inolvidable, con 6 de 7 juegos ganados.”

No vamos a resaltar la estupenda labor realizada por todas y cada una de esas valiosas muchachas encabezado por Brayelin Martinez, Gaila González, Yankaira Peña, entre otras tantas estelares como la libero Brenda Castillo, y demás integrantes de ese formidable aguerrido y exitoso conjunto.

Como se ha señalado nuestra pequeña media isla, RD, viene a ser la novena mejor selección del mundo, habiendo vencido recientemente a Serbia, que encabeza el segundo lugar en el ranking femenino de la FIBE. Casi nada.

Por eso y mucho hechos más que escapan de nuestra memoria, tenemos que sentirnos más que orgullosos de “nuestras muchachas” como de sus atildados dirigentes y patrocinadores que nos compromete a seguir dándole total respaldo, protección y apoyo, a nuestros atletas y que me perdonen los fanáticos del boxeo, que francamente aborrezco disponerse a maltratar y golpear uno con otro hasta “noquearlo” no es, en mi opinión y mejor sentido de la palabra, un deporte.