Madrid. El caso de Abdoú, un senegalés cuya imagen abrazado a una voluntaria de la Cruz Roja fue viral, ha sido rechazado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tras denunciar que fue devuelto ilegalmente a Marruecos desde España.
Este joven fue uno de los miles de migrantes que en mayo de 2021 llegaron a Ceuta, en una entrada masiva de forma irregular a esta ciudad española en el norte de África fronteriza con Marruecos.
Su imagen, captada por la Agencia EFE, tuvo un notable impacto internacional, mientras era asistido por Luna, la voluntaria de la Cruz Roja española, tras llegar exhausto a una playa de Ceuta.
Abdoú recibió “decepcionado” la decisión del tribunal de no admitir la demanda presentada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), relató este martes a EFE la coordinadora del área jurídica de esta organización, Elena Muñoz.
El rechazo en esta instancia europea, ante la que no se puede recurrir, cierra la puerta a otras como Naciones Unidas, explicó la abogada de CEAR, al entender el tribunal que no hubo violación del convenio europeo de Derechos Humanos ni de una normativa europea que prohíben expulsiones colectivas de migrantes, los conocidos en España como rechazos en frontera o devoluciones en caliente.
El joven fue devuelto a Marruecos por las fuerzas de seguridad de España a las pocas horas de entrar a nado a Ceuta, sin haber contado con ayuda de un abogado ni intérprete, en lo que organizaciones apoyo a migrantes, entidades como el Defensor del Pueblo en España y la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, han considerado una práctica que vulnera derechos como el de asilo.
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La imposibilidad “en la práctica” de pedir un visado, aunque exista “sobre el papel”, aboca a muchos migrantes a intentar llegar a la Unión Europea por otras vías “más complicadas”, advirtió Muñoz.
Ceuta y Melilla, otra ciudad española, soportan una fuerte presión migratoria al ser las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea en África, con saltos a la valla fronteriza como el que en 2022 murieron al menos 23 inmigrantes.
Aunque vea cerrada “una puerta más”, este senegalés mantiene su proyecto migratorio para llegar a Europa desde Marruecos, donde sigue desde que fue devuelto desde España, aseveró la coordinadora en CEAR.