Miguel Pineda ¡La eterna celebración de la memoria!

Miguel Pineda ¡La eterna celebración de la memoria!

La signografía reflexiva, la rigurosidad in-formal y la gestualidad emotiva que arden en una serie de obras de notable capacidad sugestiva y resistencia crítica como “Bosque” (2007); “Memoria” (2008); “Paisaje Interior” (2008); “Lo que dejan los recuerdos”; “Variante del bosque”; “El Jardín”; “Corredor” y “Caribe Multicolor” (2010), entre otras de similares niveles de calidad estética y riqueza metafórica, refirman a Miguel Pineda entre los mayores exponentes de la pintura dominicana contemporánea…

La mañana del martes 7 de mayo del año en curso, el fatídico rayo de la muerte ha evaporado ipsofacto la cristalina y esplendida gota de rocío que fue la vida física y terrenal del amigo y artista Miguel Pineda (1962-2024). Los medios reseñaron que había fallecido a los 62 años, entonces justo un día antes de su cumpleaños. Pero lo cierto es que yo no creo realmente en la muerte de Miguel Pineda.

Y no es sólo porque su discreta personalidad y su obra creadora legitimen su inscripción rigurosa y vitalicia en el racconto y el devenir de nuestras artes plásticas y visuales, sino porque a mí lo que me parece es que Miguel Pineda simplemente ha ido a comprar los nuevos tarros de pinturas, los rollos de lino, los pinceles y los bastidores para las obras de su próxima exposición, las cuales, estoy seguro, celebrarán la ardiente policromía del Caribe, sus íntimas vivencias barriales, los caseríos alucinatorios de la ciudad marginal y las turbias aguas del Ozama, su entrañable y eterno río de la memoria.

La materia prima de la pintura de Miguel Pineda fue siempre la vida, la experiencia humana con sus accidentes y sus incidentes; sus búsquedas; sus éxitos; sus certezas y sus extravíos, filtrada por la emoción, la poesía, la lucidez reflexiva, la memoria y la imaginación.

Tal como ya he advertido, Miguel Pineda se vale esencialmente de la materia y el color al suscitar su universo visual personal. Sus mejores hallazgos pictóricos se caracterizan por la calidez y vitalidad de los juegos texturales de las superficies y la profusa gama de tonalidades, valores y matices cromáticos. La matericidad y la transparencia de las superficies, resultan elementos distintivos de una obra que evoca y celebra la naturaleza, el sentido de la tierra, los rituales del caos cotidiano, la atmosfera del entorno y los signos culturales identitarios del Caribe.

La de Miguel Pineda es una obra que resulta de su entrega concentrada al ejercicio de taller, de una práctica pictórica de radical pulsión informalista y de un intenso proceso creador signado por distintas experiencias y etapas productivas. Pero, Miguel Pineda no estaba interesado únicamente en la transfiguración de sus experiencias íntimas a través de la superficie sensible y el espacio imaginario, sino también en el pensamiento del propio acto pictórico como ritual creador.

Miguel Pineda nació en Santo Domingo el 8 de mayo de 1962. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes (1978-1984). Realizó talleres de escenografía, producción y diseño textil en el Centro Cultural de España. En 1984, fue uno de los fundadores del Grupo “Los Cinco”. En 1988, presenta su primera exposición individual: “Alegorías del ser”, en el Instituto Cultura Dominico-Americano y recibe el Diploma de Honor de la Galería de Arte Contemporáneo, Buenos Aires, Argentina. En 1989 obtiene el Gran Premio de Pintura del Concurso Bicentenario de la Revolución Francesa, organizado por la Casa de Francia en Santo Domingo.

La obra de Miguel Pineda fue objeto de la atención de la crítica y la estimación de prestigiosas galerías e instituciones culturales nacionales e internacionales. Entre sus exposiciones individuales más significativas, destacan “Remembranza III”, Galería Nacional de Bellas Artes (1998); “Danza de colores”, Gallery Ryals, Boca Ratón, Florida, USA (2002); “Memorias del Ozama”, Museo de las Casas Reales (2008); “Briznas de la memoria”, Palacio Consistorial, Santiago de los Caballeros (2009) y “Caribe Mágico”, Alianza Francesa, Santo Domingo (2010).

Bienalista comprometido y resistente. Jamás dejaría de participar con precisión en el magno evento artístico nacional desde su XVII edición (1990). Entre sus muestras colectivas, destacan “Caribbean Colors”, Gallery 23, Glasgow, Escocia, Reino Unido; “Expo Art”, Montreal, Quebec, Canadá; “Romancing Quisqueya”, Art Space Galleries, Mayfair, Londres, Inglaterra, y “Caribbean Colors”, The Dundas Street Gallery, Edimburgo, Escocia, Reino Unido (2007).

Obras axiales de su producción pictórica total, resultarían “Paisaje del Sur” (2009); “Mirada al Bosque” (2009); “Árbol de la Vida”; “Cacaotal”; “Después del Huracán”; “Destello”; “Entre el Sol y la Lluvia”; “La Ultima Brizna”; “Paisaje Cotidiano”: “La Isla” y “Pueblo Mágico” (2010). En estas pinturas, Miguel Pineda celebra con particular brillantez la exuberancia de la naturaleza, la transparencia de la luz solar del trópico antillano, la energía telúrica y la magia consubstancial de la realidad insular.

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