El secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, consideró ayer, miércoles, que la misión para detener la guerra en Ucrania anunciada por el papa Francisco “seguirá adelante” y reveló que “hay novedades”, pero que son de “carácter reservado». El máximo representante de la diplomacia vaticana aseguró que “hay novedades”, pero “por supuesto, a nivel reservado” y opinó que la misión “seguirá adelante”.
Sobre los “desmentidos” de Kiev y Moscú tras el anuncio del papa de la existencia de la misión, Paolin precisó- “No fueron desmentidos, dijeron que no sabían nada, pero luego hubo contactos en los que se aclaró por ambas partes que se trataba de un malentendido». Parolín ya había confirmado que había “una misión en marcha”, pero que “aún no era pública”, a pesar de que tanto Kiev como Moscú habían asegurado que no sabían de qué se trataba.
“Estoy dispuesto a hacer todo lo que haya que hacer (por la paz en Ucrania). Además, ahora hay una misión en marcha, pero aún no es pública. Vamos a ver cómo… Cuando sea pública lo contaré”, dijo el papa en el vuelo de regreso de su reciente viaje a Budapest. En 2003, el papa Juan Pablo II ya emprendió una iniciativa mediadora para evitar el estallido de la guerra del golfo, una mediación en la que participó personalmente con reuniones con el entonces primer ministro británico, Tony Blair, o con el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz.
El papa Karol Wojtyla hizo un último e infructuoso intento para impedir esa guerra al enviar al cardenal Roger Etchegaray a Bagdad para hablar con el presidente iraquí, Sadam Husein, mientras el cardenal Pio Laghi fue enviado a EU, donde se vio obligado a pasar horas en una sala de espera sin ningún resultado. Etchegaray sí se reunió con el presidente iraquí, quien, según el entonces nuncio apostólico en Bagdad, el cardenal Fernando Filoni, se mostró “dispuesto a negociar” y “aprobó así una ley contra las armas de destrucción masiva en 48 horas, a través del Consejo de Sabios Tribales».
La prensa habla de hipotética misión de dos cardenales enviados a Ucrania y Rusia, entre ellos Parolin y el secretario para las relaciones con los Estados, el arzobispo Paul Richard Gallagher.