Todo inició con una llamada de un amigo de infancia, él me expresó que quería que yo lo visitara; mi amigo decidió vivir en Monción y reiniciar su vida en ese bello lugar. Cada vez que hablábamos él me decía que Monción es como estar en Jarabacoa 30 años atrás, eso me llamó la atención y la curiosidad estaba dirigiendo mis pasos hacía ese municipio de Santiago Rodríguez.
El viaje y la experiencia inició con un gesto de amistad y de desprendimiento, porque mi plan era llegar a Monción en transporte público; sin embargo, todo cambió, un amigo que vive en Jarabacoa me dio una bola desde Jarabacoa hasta Santiago; pero luego mi amigo decidió llevarme hasta Monción, no lo podía creer, pero así fue. El viaje desde Jarabacoa hasta Monción fue muy placentero, divertido, educativo y cultural. Cuando llegamos a un lugar llamado el Cacique, nos paramos a tomarnos un cafecito, todo estaba cerrado pero ahí se generó la cultura hospitalaria de los que viven en el Cacique, lugar donde se vende un chivo exquisito y sabroso. Nos expresaron que el lugar no vendía almuerzo a esa hora, no había nada disponible, pero que ellos podían prepararnos un buen café; minutos después la doña llegó con una bandeja y dos tasas y azúcar, cuando le fuimos a pagar nos expresó que era un regalo. ¡Que gesto de hospitalidad taína! Me sentí orgulloso de mi cultura, del dominicano y la herencia étnica en forma de un mosaico sui géneris.
Salimos de aquel lugar llamado el Cacique hacia el parque de Monción, que era mi punto de encuentro. Al llegar al parque quedé impactado por la limpieza, el orden, los colores, las frutas, la flores y el clima. Realmente Monción es otro paraíso que debe ser cuidado y apoyado por los gobiernos y los empresarios locales.
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Luego nos fuimos del parque hacia el principal atractivo turístico: La Presa de Monción. Quedé impresionado de la limpieza, el orden, las señalizaciones hechas en madera y con frases que nos motivan a cuidar el medio ambiente. Me quedé pensando en lo hermoso que es nuestro país, y que esa
hermosura puede y debería generar ingresos en base al turismo ecológico y local. Ya todo esta ahí, el creador nos dejó todo, ahora nos toca a nosotros administrarlo de forma eficiente. Ahí está la Presa de Monción, es tan impresionante que el ambiente me sedujo y me obligó a escuchar el ruido del silencio, pude oler el bosque semi seco y tocar el agua que emana de las venas de nuestra Cordillera Central. Fue tan así, que mi amigo tuvo que ayudarme a desprenderme del asiento que me tenía atado debido a la magia natural que proyecta ese desmesurado y gigantesco estanque de agua.
Mi amigo me expresó que debíamos irnos hacia su casa, ubicada en La Meseta de Monción, otro bello lugar que debe ser visitado por todos nosotros. La trayectoria es impresionante, un camino lleno de colores caribeños; quiero dejar escrito que nunca había visitado un municipio con tantas matas de mangos; a todo esto se le suman los ríos, las mecedoras fabricadas de pino y de caoba por los familiares de ese lugar. Las casas hechas en maderas te dejan un sabor a tradición, a trabajo y a perseverancia. La seguridad del lugar es envidiable, la producción es tradicional y artesanal.
Otro espectáculo para ver y disfrutar es la producción del casabe.
Debemos resaltar que la principal fuente económica es la producción de Casabe de yuca. Este municipio es el mayor productor de este producto en el país, por esta razón es conocido como la capital del casabe; tuve el privilegio de conocer a Nicolás Almonte, propietario del Casabe Guaraguanó; me contó la historia de como inició su empresa y sus sueños. Monción debe ser visitado por todos los dominicano y así conocer uno de los lugares que nos conectan con los Taínos y la Española. Debemos saber que Monción era llamado Guaraguanó, luego en honor al héroe de la Guerra de Restauración Dominicana, general Benito Monción, se le puso Monción.
Vuelvo y repito, Monción es como aquel diamante llamado “Enigma”, el más caro y único. Monción es de cada dominicano; por tanto, debemos cuidar y promocionar a este municipio porque es nuestro.
Monción es belleza natural, ríos, montañas, frutas, limpieza, pinos, arte, gastronomía, colores, tranquilidad y producción.
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Espero que los gobiernos sepan cuidar y motivar esos recursos naturales, que ahora son fuentes de empleos. Motivo que los gobiernos no solo se enfoquen en los proyectos costeros y en las inversiones en la ciudad. Otra cosa muy importante, cada Moncionero(a) debe cuidar a Monción de la misma manera que cuidamos a nuestras casas y proyectos. El gran desafío para los empresarios de Monción es generar y mantener un turismo ecológico y local sin afectar el medio ambiente; crear un espíritu de unidad y que trabajemos bajo una sola agenda: Ver a un Monción próspero y seguro.
No puedo terminar mi artículo sin antes reconocer el aporte de Elvin Cabral, Esteban Azcona Genao, Nicolás Almonte, Juan Evaristo Rosario, Mabel Ruth Pipke, Ediberto Tavares, Joselin Santana, Rodolfo Cerda de Gurabo-Monción, por ser parte de esta historia la cual beneficiará la cadena de producción de Monción; gracias a todos ustedes por aportar su tiempo y recursos sin esperar ser remunerados.