El presidente Luis Abinader escuchó de pie el Himno litúrgico del Tedeum, en la misa de acción de gracias, celebrada en la Catedral Primada, y que presidió el arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, quien denunció los males que afectan la República Dominicana reflejada en los homicidios, los robos y la corrupción en todos los sentidos.
Declaró que urge que se concretice la reforma policial, se fortalezca la justicia y se promuevan planes que nos ayuden a combatir los distintos tipos de violencia. Expresó que ante los cambios, en gran parte de la población del país se percibe un desánimo en el ámbito social, político, económico, migratorio, cultural y del medio ambiente.
Puede leer: Abel Martínez: ”Seguridad en RD, la brecha entre el discurso y la realidad ciudadana”
Monseñor Ozoria dijo que saben que hay una lucha contra esos males, pero siguen y reconoció que el presidente Abinader habló -ampliamente, ayer, del tema de la reforma policial, refiriéndose a su rendición de cuentas del primer año Gobierno de su segundo mandato, ante el Congreso Nacional.
El arzobispo metropolitano cree que existe un signo de esperanza para quienes viven precariamente, como los enfermos en los hospitales, los internos en las cárceles, el drama de los adultos mayores y los pobres, en general.
Indicó que a pesar de que la República Dominicana tiene una población joven, que constituye un tesoro, con espíritu emprendedor, el pueblo dominicano tiene muchas virtudes que refuerzan la esperanza de un futuro mejor, nota el desánimo.
Criticó la indiferencia, la “falta de preocupación familiar y en lo nuestro. A pesar de todo, tenemos esperanza en el pueblo, tenemos esperanza en las autoridades y en un futuro mejor. Anhelamos la paz”.
El arzobispo Francisco Ozoria Acosta pronunció la homilía en base al contenido del mensaje que publicaron los obispos dominicanos, el pasado 24 de febrero, con motivo del 181 aniversario de la Independencia Nacional.