Si alguna lección deja el abominable atentado al joven abogado Orlando Jorge Mera, titular del Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales, es que resalta la trascendencia del valor económico de la permisología de los estudios de impacto ambiental, cuyos objetivos son: prevenir, mitigar y restaurar los daños al ecosistema que producen actividades y obras.
Por eso, cada día deben surgir dentro de la sociedad instituciones y personas amantes y vigilantes de los recursos naturales, tales como: La Academia de Ciencias, la Comisión de medioambiente de la UASD, los profesores Eleuterio Martínez, Luis Carvajal, Domingo y Paino Abreu Collado.
El celo debe ser permanente, para evitar que el capitalismo salvaje arrase con el patrimonio natural. Puede que otro ministro no resista la tentación y antes que morir, permita vender el Lago Enriquillo con la Isla Cabritos, incluidas las iguanas, los cocodrilos y los flamencos caribeños.