La lista de refugiados en El Seibo continúa con estos personajes:
HERNANDEZ, FRANCISCO: Natural de San Miguel de la Atalaya. El 9 de mayo de 1806, por ante el notario público de El Seibo Rafael González y Fernández, en su calidad de apoderado de José Abréu, vecino de Santiago, vendió a Domingo Pérez, oficial público y secretario escribano del consejo, en 250 pesos, la negra Juana García, de aproximadamente 30 años.
FEBLES, MIGUEL: Natural de San Juan de la Maguana. Fue ayudante de Juan Sánchez Ramírez en la batalla de Palo Hincado. Vendió en El Seibo a Juan de León Benítez el 9 de enero de 1807 a su esclavo Ramón, mulato, de aproximadamente 18 años, en 280 pesos.
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El 1 de junio de 1808, junto a su esposa Micaela de Rivera y por ante el notario Domingo Pérez vendió en El Seibo a Pedro Batsalle su esclava Edivigia, mulata criolla de aproximadamente 17 años, heredada de su suegro Pedro de Rivera.
El 1 de junio de 1808, por 185 pesos fuertes, dio libertad en El Seibo a su esclavo negro criollo Marcos de Rivera, heredado por su esposa Micaela de Rivera de su padre Pedro de Rivera, vecino de San Juan de la Maguana.
Su esposa nació en Hincha el 5 de julio de 1785. Casaron en El Seibo en 1805. Procrearon tres hijos: Ramón (1807), Secundino (1808), Froilana (1814) y Miguel Febles Rivera (1818).
Miguel Febles padre murió en El Seibo en 1824, siendo sepultado en la iglesia parroquial. Su viuda contrajo segundas nupcias hacia 1828 con el general Pedro Santana, cuyo hermano Ramón casó en 1829 con su hija Froilana. Micaela Antonia de Rivera, como era su nombre completo, murió en El Seibo en 1854. En ocasión de su matrimonio con Santana, aportó el hato de El Prado, fundado en mil pesos de terreno en el sitio de Anamá.
Durante la guerra de independencia, madre e hija fabricaron cartuchos y “sacrificaron sus prendas y haberes para la compra de los primeros buques que debían formar la flotilla nacional”.