Thompson dejó claro desde el principio que plantearía una mayor resistencia que su compatriota Jason Kubler la víspera, con un tenis agresivo que en algunos puntos.
El español Rafael Nadal perdió ayer ante el australiano Jordan Thompson por 6-7, 7-6, 6-3 en los cuartos de final del torneo de Brisbane, donde sufrió su primera derrota desde su retorno a la competición esta semana tras desaprovechar tres bolas de partido.
El exnúmero uno perdió tras un intenso partido de tres horas y 25 minutos en el que empezó muy centrado, pero se encontró con un rival sólido que fue ganando fuerza y confianza a medida que avanzaba el duelo. Los dos jugadores comenzaron ganando sus respectivos juegos al servicio con comodidad, especialmente el mallorquín, que metió 11 primeros servicios consecutivos al inicio.
Thompson dejó claro desde el principio que plantearía una mayor resistencia que su compatriota Jason Kubler la víspera, con un tenis agresivo que en algunos puntos conseguía desbordar al español.
Con más confianza y agresividad a medida que avanzaba el set, el australiano no desaprovechó en el séptimo juego la primera bola de break del partido y se adelantó en el marcador. Pero como tantas veces en su carrera, Nadal echó un jarro de agua fría sobre la euforia de su rival y respondió rompiendo el servicio de Thompson en el juego siguiente para volver a igualar el marcador (4-4).
La momentánea pérdida de solidez del australiano con su primer servicio proporcionó a Nadal tres nuevas bolas de break (y las primeras de set) con 6-5 a su favor y el mallorquín aprovechó la segunda para adjudicarse la primera manga por 7-5 tras un largo combate de 70 minutos.
El segundo set comenzó con más alternativas, con más errores por parte de ambos, especialmente de Thompson, que se apoyaba en la agresividad de sus golpes ganadores para compensar sus errores no forzados e ir salvando sus juegos al servicio, durante la jornada.