A Beatriz y Alberto Cruz, amigos de cinco décadas
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conocido por sus siglas como NAFTA, ha causado debate desde sus inicios, a pesar de que sus integrantes: México, Canadá y Estados Unidos haber acordado las condiciones normativas del tratado. Y aún, no logran un equilibrio representativo para todas las partes. Es por esto, que en los últimos tiempos, se plantea renegociarlo e, incluso, el presidente de Estados Unidos ha considerado eliminarlo por completo. Para estas tres entregas, acudimos a estudios sobre el tema de The Economist, Forbes y Wall Street Journal. Con ellos, nos adentraremos en el entendimiento de este importante acuerdo y cómo afectan sus condiciones a cada uno de los involucrados y al mundo.
Iniciamos recordando los orígenes de tan importante acuerdo que ha revolucionado el comercio del bloque y del mundo. En el año 1988, Estados Unidos y Canadá firmaron un tratado de libre comercio para fortalecer y propiciar el vínculo comercial entre los dos países. Para el año 1991, Estados Unidos comenzó negociaciones con México, uniendo, posteriormente, a Canadá al bloque y se creó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, denominado NAFTA.
NAFTA entró en vigor en 1994 y estableció un plazo de 15 años para lograr el objetivo básico: eliminar las barreras comerciales entre los tres países, a través de la supresión de las tarifas de importación hasta cero para todos los productos manufactureros que se comerciaban. Ha sido un proceso paulatino y no fue hasta 2008 que se eliminaron las últimas barreras comerciales. El tratado también se ha ocupado de preservar los derechos de propiedad intelectual, facilitar los procedimientos administrativos comerciales.
Naturalmente, el tratado permitió que el comercio entre las tres naciones aumentara, de tal manera, hasta triplicar al presente. Consecuentemente, se ha generado un crecimiento que ha hecho del bloque, en conjunto, el grupo más competitivo, innovador y avanzado. Tanto así que los tres países combinados representan más de un 20% del Producto Interno Bruto Mundial.
En ese mismo orden, se estima que NAFTA estimuló el crecimiento económico en no menos de 0.5% cada año. Entre los sectores más beneficiados se destacan, de manera extraordinaria, los Supply Chain o cadenas de abasto, la agricultura, la industria automotriz y los servicios. La alianza ha traído consigo, además, una mayor variedad de productos y servicios, así como una disminución de los precios dado el abaratamiento de los costos de producción y procesos.
En 1993, a la entrada del acuerdo, el comercio entre USA, Canadá y México rondaba los 337 mil millones de dólares. Según la Cámara de Comercio de Estados Unidos, en 2014, esta misma cifra rondó cerca de unos 1,338 mil millones de dólares. Estamos hablando de un crecimiento sorprendente de 370%. Más adelante, a partir del 2016, los países dentro del NAFTA generan por encima del 15% del comercio mundial. Sin embargo, en ese mismo orden, Estados Unidos, Canadá y México están en búsqueda de mayores beneficios a través de una renegociación del tratado.
Mucha controversia se sucedieron entre los tres países acerca de quién se beneficia más o cómo deberían ser las condiciones para cada cual. Incluso, dentro de cada país, existen sectores que no logran ponerse de acuerdo sobre las condiciones que consideran convenientes para cada nación.
El tratado ha atravesado por muchas revoluciones, como la tecnológica, financiera y el proceso de globalización y no ha sufrido cambios mayores para adaptarse a los nuevos escenarios. Por ejemplo, no se han incluido temas como el comercio electrónico, los recursos naturales y la bancarización. Pero ya llegó el momento para modernizar el tratado. Pero persiste la duda de si los tres países estarán en disposición de ceder hasta llegar al equilibrio o poner en riesgo la unidad del bloque. En nuestra próxima entrega nos enfocaremos en las posiciones de cada uno de los países del tratado.
En cuanto a los países pertenecientes al DR CAFTA, incluyendo al nuestro, es fundamental permanecer atento a estas negociaciones.
Investigadora asociada:
Julissa Lluberes.