A l llegar al colofón de la temporada del fútbol español se produjo un hecho que pudiera ayudar a cambiar para bien los hechos racistas que ocurren en La Liga y otros torneos.
Aconteció que en Valencia el domino 21 de mayo se repitió lo que ha ocurrido prácticamente en todo el torneo cuando el Real Madrid visita un campo contario: expresiones y cánticos racistas en contra de Vinicius Jr.
Y el brasileño explotó. Denunció al árbitro y a todas las autoridades presentes en el estadio, y a todo el mundo, lo que estaba ocurriendo, y valió la pena.
Lea: Mala imagen en el Mundial
Las expresiones de apoyo a Vinicius Jr., y a la lucha mundial antirracismo, y la condena a los hechos ocurridos ese día y en toda la temporada y en todos los países, fue prácticamente unánime.
La FIFA, y todos los que figuran en la industria del fútbol han estado luchando por erradicar este desagradable mal, pero las penosas muestras de racismo no terminan. Debe haber sanciones ejemplarizadoras. Son muchos los jugadores que sufren racismo por parte de los fanáticos. Se deben endurecer los más posibles las medidas. Acabamos de pasar una pandemia en la que pasamos días de aciago en todo el mundo, y se pensó que la gente cambiaria, aunque sea por una generación (20 o 25 años en genealogía). Pero no ha sido así. Es todo lo contrario. Ya bien los dijo la cantante Ana Belén en una entrevista en medio de la pandemia, “no tengo esperanza con que esto nos vaya a cambiar. Somos tan burros que no sé si saldremos mejores. La gente que era buena lo seguirá siendo y los imbéciles, hijos de puta e irresponsables, también”. (El País, 23-5-2020).
La lucha antirracista debe seguir por siempre, sin descanso, hasta lograrlo.