No causar paros regionales ni para tomar impulso

No causar paros regionales ni para tomar impulso

No causar paros regionales ni para tomar impulso. El ambicioso pliego de demandas para paralizar el Cibao ayer, que necesitarían años para ser satisfechas, no indicó en sus resultados que en el ánimo ciudadano prime un espíritu de lucha para que a una sola voz de mando cesaran las más visibles e importantes actividades.

Versiones dispares colocaban la demostración entre el éxito (triunfante para sus organizadores) y un limitado acatamiento según quienes informaron periodísticamente sobre cierres de comercios en contadas localidades.

Las tensiones mañaneras, sobre todo en Santiago, redujeron a primeras horas la circulación de personas y vehículos por temor a estallidos de violencia callejera que finalmente ocurrieron pero con poco que lamentar.

En adición, encapuchados pescadores de mar revuelto que pocas veces han faltado en episodios de esta especie, cometieron algunos saqueos al margen, evidentemente, del pacífico interés de los promotores.

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República Dominicana vive en este momento gravosas consecuencias de una pandemia que trajo parálisis severas y entra en la cuenta regresiva hacia un posible estado de emergencia económica porque la guerra en Ucrania convulsiona el comercio hacia el país y tiende a colocar muchos productos terminados y materias primas en interrupciones y carestías.

En este presente, lo que más procede es dinamizar para la autosuficiencia la generación de bienes contra la embestida inflacionaria externa. Sin cruzar los brazos ni un momento.