Se agradece mucho a María Elena Ditrén y a su hermano Juan Carlos una manifestación internacional que es una primicia. Expusieron cinco artistas dominicanas en Noruega junto a cinco artistas noruegos, en ambos países representantes del arte contemporáneo. Fue un éxito.

Ahora, en la Galería Nacional de Bellas Artes, estamos descubriendo y disfrutando la muestra colectiva que integra obras de Rita Mahaug, Ingvild Melberg Eikland, Lars Korff Lothus, Vegar Ekberg, Gro De-Martine, con alta formación profesional todos, seleccionados por la curadora Jane Sverdrupsen.

Hace varios meses que la exposición noruega hubiera debido presentarse, pero los avatares climáticos obligaron a una posposición, y recíprocamente la exposición dominicana sufrirá una demora hasta el próximo año.

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“Estructuras intimas”, compromiso contemporáneo

Que sea arte contemporáneo nos alegra: consideramos como necesario acoger modos de expresión que “rompen” con tendencias anteriores y proponen nuevas vivencias artísticas.

No podemos quedarnos anquilosados: las exposiciones invitadas deben hacer propuestas innovadoras, en términos de conceptos y mensajes, de categorías y materiales.

La “otrora” Bienal del Caribe había mostrado un arte actual regional. Con Europa y sobre todo sus países norteños, reina el desconocimiento. Esta primera exposición llena un vacío, y anhelamos que continúen revelaciones mutuas: ¡en Noruega tampoco nos sitúan en arte!

Si el arte contemporáneo integra lo lúdico y lo recreativo, sus compromisos también asumen la provocación, la advertencia, la sanción, y más en un mundo perturbado, desigual y destructivo. En este contexto, la colectiva noruega “Estructuras íntimas” nos pone, espectadores, a pensar y a reaccionar: es una iconografía, que suma el mundo exterior y el mundo interior del artista.

Los componentes de la cotidianidad, en términos de espacios y sustancias, de efectos y defectos, forman parte de la creación y la nutren. Las categorías- pintura, escultura, dibujo, gráfica, fotografía- perduran en la medida de que lo haya decidido el artista. Producen nuevas imágenes, dimensiones, formas, volúmenes, conjuntos, con total independencia estilística.

Los lenguajes se alteran, se suman, se combinan: la experiencia de cada artista noruego se funde con la experimentación y rechaza los prejuicios, de fondo, de figura, de estética aun.

La curaduría experta de Jane Sverdrupsen ha sido exigente y clara en este sentido.

Los expositores

Rita Marhaug tiene aparentemente una participación plural impresionante, entre fotografía, video y performance –¡ todavía sus vueltas y círculos de agua quedan en el parqueo y en nuestros recuerdos!-. De hecho, si observamos la serie de imágenes y las proyecciones, las consideramos una acción “performática”, concebida y actuada por ella. Quienes manejan la cámara, simplemente transmiten su compromiso: Rita, dramáticamente cubierta de petróleo derramado, hasta se funde, cual parte de la naturaleza agredida, con el entorno. …

Ingvild Melberg nos ha deslumbrado con sus rostros, en tapices a la vez trágicos y técnicamente perfectos -¿hechos a mano?- Es una insuperable denuncia de la violencia fatal que padece la mujer, género y persona.… ¡Y los dedos necrófilos con guantes, testigos o asesinos, insinúan y renuevan el estremecimiento! Otra obra valiente.

Lars Korff es una incógnita… entre fotos de interior y de atuendos noruegos tradicionales, hoy folklóricos… ¿Mirándose en el espejo? ¿Absorbiéndonos con ojos exorbitados? ¿Vistiendo una manta, cual metáfora de las montañas? El desconcierto prolonga la mirada a fotos impecables…