La casa que se hizo famosa por la serie de televisión «Breaking Bad» está a la venta, y los propietarios de la modesta vivienda en uno de los barrios más antiguos de Albuquerque esperan que el papel de la propiedad en la serie de larga duración les ayude a conseguir una buena suma de dinero.

Centrada en los míticos productores de metanfetamina Walter White y Jesse Pinkman, la serie terminó hace más de una década, pero su legado continúa atrayendo a mirones a la casa y otros lugares de rodaje asociados en la ciudad.

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El gobernador de Nuevo México también eligió recientemente al personaje de Walter White, interpretado por Bryan Cranston, para protagonizar una campaña contra la basura en Nuevo México.

Si bien “Breaking Bad” ciertamente ha dejado su marca en Nuevo México y en esta tranquila cuadra de Albuquerque, la propiedad seguramente reavivará el interés.

Es hora de seguir adelante

Los fanáticos a menudo acuden en masa a la casa, a veces con cientos de autos pasando por allí en un solo día, dijo Joanne Quintana a la estación de televisión de Albuquerque KOB-TV .

Quintana dijo que sus padres compraron la casa en los años 70 y que ella y sus hermanos crecieron allí. A medida que sus padres envejecieron y la popularidad del programa se disparó, se hizo más difícil protegerlos. La familia se vio obligada a colocar una cerca de metal e instalar cámaras de seguridad para mantener a raya a los fanáticos.

Ahora que sus padres se han ido, es hora de vender.

“Esta fue nuestra casa familiar desde 1973, durante casi 52 años”, dijo a la estación. “Así que nos marcharemos con solo nuestros recuerdos. Es hora de seguir adelante. Hemos terminado. No hay motivos para seguir luchando”.

Magia de Hollywood

Fue en 2006 cuando un cazatalentos se acercó por primera vez a la madre de Quintana para rodar un episodio piloto en su casa. En cuestión de meses, se instaló el equipo y comenzó la filmación.

La familia conoció a Cranston y a las otras estrellas y observó desde detrás de escena cómo los miembros del equipo hacían su magia. La madre de Quintana siempre se aseguraba de tener galletas para el elenco y el equipo.

El interior de la casa se utilizó para preparar el escenario, mientras que las escenas interiores se filmaron en un estudio.

Para la famosa escena de la pizza, Quintana recuerda que había cajas de pizza alineadas en la acera. Había abundante queso sin rebanar y pepperoni listos para usar en caso de que Cranston no lo lograra en el primer intento. Lo hizo, y la pizza cayó boca arriba en el techo después de que la esposa de su personaje le cerrara la puerta en la cara.