Ojalá fuegos de Cinematecas calcinaran almas. Bolsonaro: ¿Você ainda está feliz?…

Ojalá fuegos de Cinematecas calcinaran almas. Bolsonaro: ¿Você ainda está feliz?…

rtetete
Fachada de la Cinemateca Brasileira, antes del fuego del 29 de Julio 2021. Ubicada en Ciudad Leopoldina, Sao Paulo – Brasil.
image 56 12
Cuando el fuego llega, la memoria de mas de 60 años de historia fílmica de Brasil se calcina y destruye, descuido oficial indolente, lamentable.

«Soñar es el único derecho que no puede prohibirse «
Glauber Rocha (*)

Con cariño entrañable en Sao Paulo: Itoby. A Corréa Junior. María Rita Galvao y Sylvia Bahiense Naves…

In Memoriam: José Carlos Avellar: brillante hombre de cultura visual, hijo insigne de Río de Janeiro… (**)

image 56
José Carlos Avellar

Este texto y el fuego del 29 de julio de la cinemateca del Brasil
Este texto tiene unas ganas de Río + José Carlos Avellar en Cannes, menos el tiempo y el recuerdo verde e amarelo, el estruendo Carioca de caderas y calles agolpadas de multitudes montadas en asombro de colores y brillo. Sara Carone en la Rue Des Ecoles, también…

Este texto no renuncia a la evocación del placer de esas amistades conocidas en la patria de los Hermanos Lumiére, quienes no viajaron el Brasil y menos a Río de Janeiro: si lo hubieran hecho, nunca habrían dicho, casi de soslayo, que su invención no tenía futuro, que el furor era pasajero, en cierta manera y por primera vez, el apocalipsis se convertía en un aliado temporal del cine y su futuro, según el miedo de los hermanos Lumiére…

Esta llora y evoca una Cinemateca conocida por dentro con la ayuda de sus mejores guías. Este texto denuncia el olvido oficial en Brasil de una Cinemateca fundada con amor y entrega por profesionales brasileños de excelente formación.

En ese fuego está el desprecio del Gobierno por las instituciones fílmicas y los museos.
Seis meses luego del estreno en París de aquella gran invención, (allí se hizo el 28 de diciembre de 1895, en el famoso Boulevard des Capucines O Boulevard de Capuchinas en el Gran Salón Indien) el 8 de julio de 1896 en Río de Janeiro se miraba el producto Lumiéres,

1 / EL CINE COMO ELOGIO A LO SUBVERSIVO Y LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO.
Nada más falso y prematuro que aquella declaración, nada más alejado de la realidad posterior: masa e industria, sueños y delirios era lo que venía, estados alterados (como en la película de Ken Russell) era lo que venía, descomposición absoluta, fabulosas transiciones mundiales, versiones de artistas nuevos, locos intrépidos por todas partes del mundo, haciendo imágenes y construyendo mundos paralelos, que todavía tienen masas y nuevos delirios…

Si el cine ha sobrevivido a sus más de 100 años, es porque nadie a esa edad ha sido tan joven y tan precoz, tan descarado y tan genial, tan lúdico y tan sexualmente explícito (a Dios gracias), tan maravilloso y tan nostálgico, tan provocador y trascendente, tan indiscreto y discreto, tan cuerdo y tan loco, tan espejo y anti-espejo, nadie, pero nadie lo ha sido.

Suspiros de rostros en tránsito, cementerio animado de bulla y gestos, si es cierto que existe el más allá, todas las noches lo tenemos en casa, a la hora que escojamos: la otra vida es el cine, no dejen que lo engañen…
Pero he aquí la gran vaina: ¿Cómo se hace un arte industrial con tanta edad y al mismo tiempo en la ambigüedad dialéctica notoria y con carácter parvulario al mismo tiempo?

¿Cómo se hace un arte de masas, como Long Chaney, con mis caras, con mil antifaces, con caras por todo el mundo?
Definitivamente, la única categoría teológica posible para el cine sería la de un arte decididamente blasfemo: porque quiere estar en todas partes sin ser Dios ni apóstol, sin haber resucitado, sin comprobarse si tuvo su María Magdalena de celuloide o su Sarah de pantalla caminando pequeña, saliendo de la playa con fondo de un adagio del Doble Concierto para Violín de J.S Bach ( todo parecido con una secuencia del Evangelio Según Mateo (1964) de Pier Paolo Pasolini, no es pura coincidencia, es un golpe feliz de memoria consentida e inspirada), en otras palabras: el cine desde que nació tiene el conflicto de no llevarse muy bien con el conservadurismo y si los teóricos nazis tenían razón, entonces es cierto que la cultura y el cine en particular, siempre están al borde de la subversión, que así sea por todos los siglos de los siglos.

image 57
Louis y Auguste Lumiére…


2 / ENTRE PAULO EMILIO SALLES GOMES Y CICCILIO MATARAZZO: QUIEN TUVIERA UNA BURGUESIA INTELIGENTE, DELIRANTE POR EL CINE, QUIEN LA TUVIERA, ¡¡¡QUIEN !!!

Para rememorar los 60 años de la Cinemateca Brasileira, ya verán ustedes si yo tenía razón o no, entonces hay que ir al origen de ciertas intimidades subversivas que si las leemos no las creeremos. Fue en el 2015, eran ilusiones por el patrimonio acumulado y sus historias.

El gran fundador Paulo Emilio Salles Gomes, apenas en 1942 entraba en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sao Paulo, que había sido fundada, apenas en 1934. Paulo Emilio acaba de llegar de un exilio europeo, antes había hecho una fuga espectacular de un presidio de la dictadura de Getulio Vargas (***).

De regreso a Sao Paulo, Salles Gomes se encuentra con un grupo decisivo para la fundación de la Cinemateca brasileira, me refiero a las siguientes personas: Antonio Cándido de Mello e Souza, Decio de Almeida Prado, Louviral Gomes Machado, Ruy Coelho y Gilda Morais Rocha (luego deposada por Mello Souza). Este grupo de personas liderado por Salles Gomes, conocían de este la información de la recién creada Cinemateca Francesa y la importancia que en París tenían los cineclubes.

Bien, los caliéses de la dictadura de Vargas, no amaban el cine y miraban como extrañas esas reuniones que se hacían en la casa del padre de Paulo Emilio Salles Gomes. De aquellas reuniones caseras para ver películas con el grupo, los jóvenes trataron de hacer pública la experiencia y promovieron unas proyecciones en el auditorio de la escuela de filosofía que funcionaba en la Escuela Normal Caetano de Campos en la Plaza de la República.

Entonces ocurrió lo que sucede en las dictaduras: la policía disolvió el Cine Club, porque decía que eso de ver películas viejas y discutirlas, era un “nuevo pretexto” para destruir el régimen de parte de los jóvenes universitarios, señores así nace la Cinemateca Brasileira.

La respuesta de la juventud de entonces fue contundente e inteligente, nacía la revista Clima, cuya preocupación por el teatro, artes plásticas, literatura y cine estaba contemplada en las pasiones individuales de los jóvenes del grupo: Antonio Cándido, crítica literaria, Decio De Almeida, Teatro, Lourival Gomes Machado, artes plásticas y finalmente Paulo Emilio Salles Gomes todo el mundo del cine.

Hacia 1946 la segunda guerra mundial había terminado, otra iniciativa de Cine Club tiene lugar, sin ignorar la iniciativa de Paulo Emilio, que se había ido hacia Europa de nuevo, pero era como el padre y corresponsal de ese nuevo intento que terminaría por crear la Cinemateca Brasileira. No hay que olvidar, que la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) había sido fundada en París en 1938, bajo la ocupación nazi y con Henry Langlois a la cabeza, genial locazo francés que hizo posible la Cinemateca Francesa y sus tesoros actuales. En 1949, para suerte de la Cinemateca Brasileira, Paulo Emilio Salles Gomes, es elegido en Roma vicepresidente de la FIAF (Federación Internacional de Archivos Fílmicos) …

En esta historia hay un detalle básico: mientras Paulo Emilio ayudaba a creación de la Cinemateca Brasileira desde Europa, personajes simpáticos de la burguesía industrial paulista se dedicaban a ser mecenas del movimiento, fue el caso de Francisco Matarrazo Sobrinho-Ciccilo para sus conocidos íntimos – este señor creó un Museo de Arte Moderno, financió bienales, financió el teatro y hasta creó una compañía cinematográfica que se llamó Compañía Cinematográfica Vera Cruz.

De todos estos entusiasmos, en 1949 Ciccilio permite que por primera vez que la gente del Club de cine haga actividades en la Filmoteca del Museo de Arte Moderno de Sao Paulo, así el 7 de abril de 1949 se exhibe la Pasión de Juana de Arco (1929) de Carl Theodore Dreyer, uno de los mentores del cine de reflexión religiosa, de nacionalidad danesa.

La reflexión final no se hace esperar y con brío:

Que la cultura necesita de una clase burguesa enterada, entusiasta y libre de prejuicios. Que el espíritu nacional de una burguesía culta hace posibles milagros como el que acabamos de leer en Brasil.

La pregunta huérfana de respuesta por estos pagos, se repite una y otra vez: ¿Quién tuviera una burguesía inteligente y sensible, ¿quién la tuviera?…

A pesar de todo este origen, el fuego demoledor.

Habíamos augurados a la Cinemateca Brasileira muchos años de vida y trascendencia, porque ese proyecto siempre tuvo la fuerza humana de gente cariñosa y entrañable: muy difícil de olvidar como dice el bolero carioca, pero muito…Ojalá pudiera reponerse esa Cinemateca de un descuido oficial, que costará mucho a la memoria fílmica de ese grandioso país.

Que hoy en manos Bolsonarias, ha venido a caer, zafa (CFE)

En ese fuego está el desprecio del Gobierno por las instituciones fílmicas y los museos

Habíamos augurados a la Cinemateca Brasileira muchos años de vida y trascendencia

Referencias del texto

(*) Glauber Rocha (1939-1981). Genio donde los haya. Supo hacer la síntesis de más importantes movimientos fílmicos de post guerra, para ser el líder creador del Cinema Novo Brasileiro. Nueva Ola Francesa. Neorrealismo Italiano, pero con historias brasileiras del llamado serton brasileño, vasto territorio del vaquero campesino de aquel bello país, que muy bien dibujó el novelista Joao Guimarães Rosa. Glauber mostró que el cine latinoamericano tenía destino propio, desde su propia historia en lo universal…

(** ) José Carlos Avellar ( 1936 – 2016). Ensayista. Crítico de cine. Gestor Cultural. Excelente Fotógrafo. Tercio culto y animador de las veladas de Cannes entre los críticos latinoamericanos, en el bar Le Majestic. Catedrático universitario en la Universidad de Guadalajara México. Excelente amigo y nostálgico de la República Dominicana, país que decía le debía un perdón moral, por la presencia de las tropas brasileiras en suelo patrio, en la Guerra de abril de 1965.

(***) Getulio Vargas (São Borja, 19 de abril de 1883 – Río de Janeiro, 24 de agosto de 1954) fue presidente de Brasil de 1930 a 1945 y desde 1950 hasta su muerte por suicidio en 1954. Como presidente marca el inicio de la etapa de militarismo popular en Brasil, algunos le han visto como dictador, otros le consideran el padre del Brasil moderno.