Olmecas: Las gigantescas y misteriosas cabezas

Olmecas: Las gigantescas y misteriosas cabezas

MATTHEW STIRLING, TRES ZAPOTES-MEXICO-1938.

Los estudios de la cultura Olmeca son un fascinante tesoro de cuentos y leyendas que nos transportan en el tiempo a las espléndidas civilizaciones del antiguo México. Los Olmecas son conocidos por sus monumentales obras maestras artísticas y su profundo sentido de espiritualidad. Una de las civilizaciones precolombinas más antiguas de México, envuelta en una serie de fascinantes leyendas, como aquella del “Gigante de Tula”. Según esta, un gigante de piedra llamado “Ce Acatl Topiltzin” conocido también como Quetzalcoatl, vivió entre los Olmecas, enseñándoles agricultura, arte, escritura y astrología. Esta figura mitológica la encontramos representada en numerosos artefactos y monumentos.

La leyenda de “Rey Serpiente”, un poderoso ser que gobernó con extraordinaria sabiduría y habilidad, se dice que lograba controlar los elementos naturales y comunicarse con los dioses.

Estas antiguas deidades, representadas a través de esculturas y pinturas, nos transportan al fascinante mundo espiritual de los Olmecas. Desde el poderoso chaman serpiente hasta el misterioso “hombre jaguar”, que revelan una profunda conexión entre el hombre y la naturaleza. El chaman serpiente, figura enigmática con cuerpo de serpiente y rostro humano, representa la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual, símbolo de poder y conocimiento, asociado además a la fertilidad y el renacimiento.

El ”hombre jaguar”, representado con rasgos felinos y humanos, representa poder y fuerza, se asocia con la guerra y la protección, simboliza la capacidad de defender la comunidad Olmeca de cualquier amenaza externa.

Los Olmecas, conocidos por sus obras de arte en piedra, nos han dejado un legado cultural único que nos permite descubrir sus extraordinarias historias. A través de sus gigantescas esculturas de cabezas, los Olmecas nos comunican un pasado rico de simbolismo y espiritualidad, dejándonos encantados por sus increíbles habilidades artísticas. Esculturas, caracterizadas por líneas fluidas y detalles impecables, nos transportan a una época en que el arte era considerado una forma de comunicación con lo divino. Los rostros magistralmente esculpidos nos hacen reflexionar sobre la complejidad de la sociedad Olmeca y sus profundas creencias. Algunas de las de las esculturas, pesan hasta unas 50 toneladas y fueron transportadas desde las canteras de roca basáltica que se encuentran a unos 150 kilómetros de distancia. Todo esto se hizo al menos hace unos 3000 o 4000 años. 17 cabezas fueron encontradas en la zona tropical de México. Los arqueólogos aún hoy no se explican cómo fue posible mover objectos tan pesados, para transportarlos en el medio de la selva sin caminos ni accesos, pensando, como sostienen muchos investigadores, que estas poblaciones no debieron conocer en ese tiempo, ni el hierro ni la rueda para estos fines.

Para nuestro asombro, queda claro que los pueblos del pasado lejano, de alguna manera, lograron mover bloques de enorme peso, los Olmecas trasladaron rocas gigantes de 50 toneladas.

En Egipto hay bloques de 80 toneladas colocados a 60 metros de altura, etc.

De orígenes misteriosos y un idioma desconocido, los Olmecas se definieron como el Pueblo del Jaguar, según el mito ancestral de que su linaje se originó a partir de la unión de un jaguar con una mujer en la zona llamada la Tierra del Caucciú Olman, que se extendía sobre el Golfo de Veracruz, zona cubierta por bosques tropicales y pantanos, donde llegaron los antepasados en el siglo XVIII a.C., originando la primera cultura clásica de la región y de todo el territorio mesoamericano.

Aquí comenzó la historia de los Olmecas, con un primer asentamiento que tomó el nombre del sitio de San Lorenzo (Veracruz), en la cuenca del río Coatzacoalcos, que tuvo su mayor desarrollo entre los siglos XII y IX a.C. Luego en su gran Centro de “La Venta” donde, se dice, vivieron 20 mil personas (considerado el primer sistema urbano del México antiguo), entre el 1500 a.C. y el 400 d.C. Y el importante Centro Tres Zapotes. Los Olmecas desarrollaron una forma de escritura llamada istimiana o epiolmeca con caracteres pictográficos similares a los Mayas.

A partir de este último periodo (Tres Zapotes) comenzó un misterioso declive, con el abandono de los centros Olmecas, según algunos, debido a cambios climáticos, sequías, destrucción de bosques para la agricultura o conflictos tribales con las poblaciones vecinas, etc. La civilización Olmeca estuvo olvidada durante siglos hasta el descubrimiento de sus Centros de cultura, edificios, palacios, grandes centros ceremoniales, templos, pirámides, tumbas, campos para el Juego de la Pelota (Tachtli), etc. Todo siempre orientado por una inspiración cosmológica, decorados con estatuas y pinturas.

Los Olmecas crearon un complejo calendario y según algunos estudiosos, conocían la rueda, como lo demuestran los juguetes encontrados en la zona de Tres Zapotes, en el Estado de Veracruz, fabricados entre el 500 a.C. y 100 d.C. Esto es interesante, pues estos juguetes Olmecas contradicen la creencia generalizada que estos antiguos pueblos no conocían el uso de la rueda.

Los Olmecas se establecieron en algunas zonas de Centroamérica, principalmente en la costa del Golfo de México, pero también existen asentamientos Olmecas en Perú y Guatemala, etc.

En el sitio arqueológico llamado Tres Zapotes, ubicado en las llanuras del centro sur de México, atravesadas por el río Papaloapan, se descubrió la primera colosal cabeza. En 1938 fue estudiada por el arqueólogo y etnólogo Matthew Stirling, quien realizó las primeras investigaciones sobre la civilización Olmeca, al encontrar otras más, se iniciaron los estudios sobre las “Cabezas Olmecas” mexicanas, se plantearon las interrogantes del hecho que estas fueron encontradas lejos de las canteras de basalto. Quizás utilizaron vías fluviales, con embarcaciones a lo largo de las costas del Golfo de México y por el río. Las cabezas fueron transportadas por más de cien kilómetros en tierra firme con medios que aún se desconocen. Sin dudas, los Olmecas fueron los primeros en tener una civilización próspera, que transmitieron a todos los pueblos posteriores. Se ha demostrado que practicaban sacrificios humanos por motivos religiosos, pero tenían la pasión por el deporte con el juego de la pelota etc. Las cabezas colosales Olmecas miden entre 1,50 y 3,4 metros de altura y pesan entre 6 y 50 toneladas, casi todas están hechas en basalto de grano grueso de color gris oscuro, llamado basalto del Cerro Cintepec, por el nombre del volcán ubicado en la cordillera llamada sierra de los Tuxtlas. Las cabezas representan rostros viriles con anchas mejillas, narices chatas, ojos ligeramente convergentes y nuca generalmente plana, fisonomías no muy comunes de las personas de los territorios mexicanos de Tabasco y Veracruz. Fueron encontradas en grupo o alineadas en filas cerca de los principales centros de la población. Es posible que estas esculturas representen los rostros de soberanos o dignatarios aun vivos o del pasado.

Las cabezas siguen siendo un misterio. Dos de las 17 encontradas se exhiben en el Museo de antropología en la Ciudad de México.

En el año 400 aC, la civilización Olmeca desaparece repentinamente y sin motivo aparente. Parece que las ciudades, antes de ser abandonadas, sufrieron una especie de ritual, dado que muchas representaciones y estatuas fueron desfiguradas intencionalmente. Las colosales cabezas de basalto resultan ser los hallazgos más enigmáticos. Para muchos investigadores, representan pueblos no de raza amerindia, sino de raza europea, asiática y africana. En particular las cabezas representan individuos con rasgos negroides, típicos de los pueblos africanos. Algunas esculturas representan individuos con rasgos europeos y asiáticos, con largas barbas y vestidos, lo que resulta extraño, pues los Olmecas siempre representan individuos desnudos o semidesnudos.

Algunos bajorrelieves Olmecas han creado una serie de misteriosos enigmas realmente impresionantes. Es el caso del bajorrelieve en roca basáltica encontrado el Cerro de la Cantera, Morelos, México, Para algunos apasionados de la ciencia ficción, representa en la parte superior tres nubes que emiten lluvia, mientras que en el centro hay un objeto aerodinámico tipo cápsula espacial, impulsado por un sistema de propulsión que pareciera emitir llamas desde la parte trasera. En el interior de este objeto, al centro, un individuo sentado, vestido y con algo en la cabeza que parece un casco, en sus manos una mesa que asemeja un panel de control. Un segundo bajorrelieve encontrado en La Venta representa algo muy similar y más detallado.

Al parecer, Las respuestas a estos misterios desapareció para siempre junto con los Olmecas.