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Álvarez protestó ante el organismo internacional por el irrespeto contra organismos conservadores, y externó su preocupación por la forma vertiginosa como ha avanzado en la región la ideología de género que en la mayoría de los países es inconstitucional.
Washigton. – «La Organización de Estados Americanos (OEA) debe garantizar y salvaguardar los derechos humanos, que son universales, son inalienables, son irrenunciables e indivisibles y comienzan con el derecho a la vida».
Así tronó Omayra Álvarez, activista provida de la República Dominicana, quien fue una de las voceras oficiales durante la sesión del Diálogo de la Sociedad Civil de la Asamblea General de la OEA, celebrada el pasado miércoles en Washington DC, Estados Unidos.
Álvarez protestó ante el organismo internacional por el irrespeto contra organismos conservadores, y externó su preocupación por la forma vertiginosa como ha avanzado en la región la ideología de género que en la mayoría de los países es inconstitucional.
En ese sentido, exigió a la OEA ratificar el derecho a la vida «desde la concepción, como lo establece el artículo IV, de la Carta Americana de los Derechos Humanos».
«Negarle la vida a una persona es el acto de mayor desigualdad y discriminación que pueda existir. Toda persona concebida tiene el derecho a vivir. Negarle el derecho es suprimirle todos los demás derechos humanos», aseveró la activista.
En medio de la receptividad de los allí presentes, Álvarez hizo referencia al caso Beatriz vs El Salvador. «El testimonio prestado por los llamados expertos, que presentó la comisión, no dejan de sorprendernos, al negarse a reconocer a Leilani (su hija, cuyo nombre en hawaiano significa niña del cielo) como persona. Le llamaron producto, cosificándola, deshumanizándola y negándole siempre su identidad (…). Su nombre, su caso, son usados de manera facciosa y distorsionada», aseguró la dominicana.
Se recuerda que, durante el diálogo con la sociedad civil, las organizaciones estaban divididas entre un grupo a favor de la interrupción del embarazo y los derechos de la comunidad LGBT, y aquellos que defienden el derecho a la vida desde la concepción.
A pesar de que países progresistas intentaron introducir educación sexual reproductiva que incluye aborto, tanto para nacionales como para migrantes; redefinir el concepto de mujer a mujer en toda su diversidad, para incluir a hombres que se perciben como mujeres, y avanzar en una agenda feminista radical, gracias al trabajo con aliados de toda la región, se logro que todas y cada una de estas propuestas fueran rechazadas.
Álvarez describió la experiencia como enriquecedora; “Durante el desarrollo de la celebración de la 53 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA, reinó la unidad y la disposición entre las coaliciones representantes de la sociedad civil provida dirigidas por el Congreso Iberoamericano por la Vida y La Familia.
Fue un hermoso trabajo en equipo entre voceros, representantes y organizadores. Pese al ambiente hostil e incierto que vivieron muchos, ya que luego de ser acreditados y de manera sacrificial pagar vuelos y alojamiento, no les fue otorgada la entrada a las plenarias, y a la comisión general”.
Junto a Omayra Álvarez la delegación dominicana estuvo integrada por Yadiris Díaz, Estephany Mesa, de Juventud con una Misión Santo Domingo, organización a la que ella preside, Damaris Patrocinio del Foro de Mujeres por la Vida y la Familia, e Yvonne Núñez y Carolina Ruíz de Acción Cristiana.
