Derecho a la justicia
Hay que hablar de Stephora
La niña de 11 años fallecida por ahogamiento recientemente mientras estaba de paseo en un lugar recreativo
Stephora Joseph
Quienes somos padres, madres, tíos, tía, padrinos, madrinas o docentes, en fin, toda persona que tenga contacto con jóvenes y adolescentes es imprescindible hablar sobre el caso de Stephora, la niña de 11 años fallecida por ahogamiento recientemente mientras estaba de paseo en un lugar recreativo como premio a estudiantes de excelencia, junto a otros/as compañeros/as del Colegio Da Vinci en Santiago.
Esta ha sido una verdadera desgracia; una muerte a tan temprana edad y, peor aún, que según citan algunas fuentes, es posible que haya sido víctima de otros adolescentes que la hundían, como esos juegos pesados de muchachos, que si fue ese el caso, entonces lo hacían sin piedad hasta ahogarla, probablemente inconscientes de las consecuencias fatales de lo que estaban haciendo, pero producto del bullying que había estado sufriendo en la escuela.
Este caso está siendo atendido por las autoridades gracias a la indignación de la sociedad, presión de comunicadores y exposición extranjera, al tratarse de una niña de descendencia haitiana. ¡Qué Vergüenza! Ya que cuando la madre fue a hacer la querella en la fiscalía de Santiago, no quisieron tomársela.
Esa es otra moda dominicana, “decidir si te toman o no una querella”. No es la primera vez que le pasa a alguien, lo que indica que privan de ese DERECHO a parte de la ciudadanía según criterios personales.
El acoso escolar está llegando a extremos muy peligrosos y por eso es que todos tenemos que conversar de esta situación. El odio no solo brota por las redes sociales, también muchos la manifiestan en sus casas y se la transfieren a sus hijos/as, a veces, estos lo pueden propagar a terceros con quienes comparten. No es correcto normalizar o restarle importancia cuando vemos poner de manifiesto el desprecio a los demás por desigualdades sin entender que esto puede tener consecuencias muy graves.
Quienes tenemos sensibilidad hacia la diversidad o aquellas personas que crean en el respeto a los demás y en la tolerancia a diferencias de origen y raza, no podemos quedarnos callados y mucho menos dejar de externar esta situación en nuestro entorno.
Evidentemente, NADA supera el dolor de perder a una hija con un futuro excepcional, porque hablaba tres idiomas, con notas sobresalientes. Pero, si fue como dicen, el futuro de quienes la hundían no será bueno, si se hace justicia, y es también una pena el desperdicio de vidas jóvenes por culpa del odio y la inconsecuencia.
Este año, Netflix lanzó la película “Adolescencia”, sobre un niño de 13 años de edad acusado de un crimen a una compañera de la escuela, también por temas de acoso (bullying) y expone de manera cruda, todo en lo que la familia del victimario tuvo que pasar en el proceso. Tenemos la sensación de que estas cosas están lejos de nuestra vida, sin embargo, no somos conscientes de lo cerca que pudiésemos estar en cualquiera de los dos lados de la historia.
Me apena profundamente lo que está viviendo la familia de Stephora. Ojalá la comunidad escolar en Santiago se comporte a la altura de lo sucedido, que actúe con solidaridad, comprensión y sensatez.
Este tema hay que hablarlo e interiorizarlo para extirparlo de la sociedad. De eso se trata la educación en valores.