En la semana del tres al 9 de julio, los dominicanos demostraron su valentía con la participación en históricos episodios, y empezaron a desahogar los años de represión pese a estar todavía en el país el resto más representativo de la familia Trujillo. Más de ocho mil personas se congregaron en el primer mitin oposicionista celebrado en la República después de la dictadura. Los manifestantes se atrevieron a pedir paredón para los Trujillo, Balaguer y sus funcionarios.
La concentración se produjo el siete, dos días después de la llegada a Ciudad Trujillo, luego de un largo exilio, de Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón A. Castillo, líderes del Partido Revolucionario Dominicano que se confundieron con sus familiares en conmovedores abrazos.
Su presencia fue tan memorable como la alocución que dirigió Juan Bosch, entonces figura máxima del PRD, ponderando la honradez y el patriotismo de estos emisarios.
En este breve espacio de tiempo se produjeron el incendio de la emisora Radio Caribe, el asalto al local del Movimiento Popular Dominicano, MPD, cuya cabeza, Máximo López Molina, declaró abiertamente la posición de izquierda de la agrupación, así como la salida al tapete del Movimiento 14 de Junio, cuyo vocero era José Antonio Fernández Caminero.
Se anunció que el Gobierno aumentó los premios a las quinielas, bajó los impuestos a los pasaportes, derogó la ley sobre el Servicio Militar Obligatorio, que el Presidente nombró un nuevo gabinete de 11 funcionarios y que no sería candidato en las elecciones de 1962. También que los hijos del dictador donaban al Estado las acciones que tenían en Savica, la Compañía Dominicana de Aviación, Central Lechera y Compañía de Seguros, pero es probable que estas disposiciones, aunque beneficiaban al pueblo y constituían novedades, fueran vistas con indiferencia ante los nacientes asomos de libertad que se producían.
El ocho fue dispersada por la policía una improvisada manifestación del PRD en el parque Colón cuando supuestamente se introdujeron miembros del MPD con el fin de incitar a actos de violencia.
La oposición. Venimos sin odios ni rencores a tratar de contribuir junto al pueblo dominicano al nacimiento y consolidación de la democracia en la República Dominicana, dijeron los tres líderes del PRD a su llegada desde Puerto Rico. Emilio Rodríguez Demorizi, quien los recibió en el aeropuerto, en representación del Gobierno, les comunicó que podían confiar de manera absoluta en las promesas de Balaguer para su libre actuación en el país.
El siete, el pueblo acudió a la Plaza Colón para escuchar a los dirigentes que hablaron desde el balcón de la casa número 13 de la calle Del Conde, sede del Partido. Concurrieron también miembros del MPD y del Movimiento 14 de Junio cuyos representantes hablaron a la muchedumbre que portaba cartelones y pancartas con inscripciones partidarias. Después de entonar el Himno Nacional pronunciaron consignas antitrujillistas y antigubernamentales dando vivas a la libertad.
Hicieron uso de la palabra Julio de Peña Santos, estudiante de quinto año de Derecho de la Universidad de Santo Domingo, a nombre del MPD; Thelma Frías Montalvo de Rodríguez, Silfa, Castillo y Miolán que era secretario general del PRD.
Castillo manifestó que en esa hora por la que atravesaba la Patria, lo primordial era hacer como reza un viejo adagio: Borrón y cuenta nueva.
Incendian Radio Caribe. Al concluir el mitin, a las dos de la tarde, manifestantes se dirigieron al edificio donde se alojaba Radio Caribe, en la calle Trujillo (Presidente Vicini Burgos) frente al parque Ramfis (Eugenio María de Hostos) y luego de asaltarlo le dieron fuego, armados de palos, piedras y gasolina. Perecieron Víctor Manuel Pérez, técnico de grabación, cuyo cadáver fue encontrado carbonizado entre los escombros, y Ramona Espinosa quien apenas llevaba tres días trabajando en la emisora.
Salomón Sanz, director y presidente de Radio Caribe, llamó de inmediato a la Policía y posteriormente atribuyó responsabilidad plena al MPD en el incendio de la empresa. Radio Caribe luego transmitió desde el kilómetro seis y medio de la autopista Duarte y después desde el teatro Agua y Luz.
La Policía declaró que las banderas rojas y negras del MPD, inspirado por el virulento izquierdismo cubano, habían sido agitadas en casi todos los desórdenes.
El procurador fiscal del Distrito Nacional, Teodoro Tejeda Díaz, aseguró que se actuaría con toda la energía a fin de proteger la propiedad privada y la seguridad individual. Fueron apresadas numerosas personas, entre ellas el estudiante universitario Jesús Rojas Fernández, a pesar de haber negado su participación. Compañeros universitarios enviaron un telegrama a Balaguer demandando su libertad.
El mandatario llamó a los líderes de la oposición a conducirse dentro de un clima de moderación y de orden para que el país se encaminara por la vía de la democracia representativa.
Con un Aquí Radio Caribe, aquí Radio Caribe, Aquí Radio Caribe, La voz antillana que da la vuelta al mundo, la emisora reapareció en el aire proclamando que los hombres de Radio Caribe están de pie y mientras les quede un hálito de vida juramos defender la memoria de Trujillo.
En su libro Kennedy y los Trujillo, Bernardo Vega consigna que años después Miolán opinó que fue el MPD el grupo que incendió Radio Caribe. En Los doce años: Contrarrevolución y desarrollismo, Roberto Cassá recoge rumores de entonces de que el incendio fue incitado por agentes provocadores del aparato trujillista, al presentarse en el hecho varias sospechosas circunstancias.
En esta semana Máximo López Molina habló a periodistas de alianzas entre MPD y 14 de Junio, lo cual desmintió Fernández Caminero porque la agrupación no se había constituido como partido político, y Miolán declaró la posibilidad de fusionarse con el MPD para hacer más fuerte la oposición al Gobierno Nacional. López Molina aparecía casi a diario en los periódicos describiendo nuevas líneas y consignas y adelantando que crearían sus propios órganos de expresión. Anunció que pronto vendrían desde Cuba 14 miembros de esa agrupación, entre ellos Andrés y Francisco Ramos Peguero, Ramón Pichirilo, Tiberio Castellanos, Máximo Luis Vidal y otros.
Pero estos planes se vieron interrumpidos el siete de julio cuando José A. Jiménez Balá (Balá no aparece como apodo) portando un cartelón con la fotografía de Trujillo y en compañía de buenos dominicanos y trujillistas, asaltó e incendió la sede del MPD en la José Trujillo Valdez (avenida Duarte) número 12.
López Molina fue expulsado del país en 1962, acusado de realizar actividades comunistas. Es el único de estos protagonistas políticos de la oposición que aún vive. Reside en París.
Al mismo tiempo que la oposición se manifestaba, el Partido Dominicano también reunía a sus correligionarios. Su presidente, Virgilio Álvarez Pina afirmó en una concentración: Nunca ha estado más fuerte el Partido Dominicano que como lo está en esta hora en que hemos jurado todos sus afiliados defender la obra de nuestro Ilustre y querido Jefe, quien desde la inmortalidad es lumbre inextinguible que ilumina los nuevos rumbos de la Patria.