Pastor De Moya ¡Disrupción & Provocación!

Pastor De Moya ¡Disrupción & Provocación!

Pastor de Moya, Palacio Nacional, 2022.

En la obra poliédrica y polivalente de Pastor de Moya se efectúa un singular y distintivo trasvasamiento disciplinario. La sutileza punzante e irreverente se torna clave al redimir a la misma poesía de su ostracismo secular y renovar su potencial expresivo. Pastor de Moya impregna a su obra ingredientes conceptuales notables de apertura; una carga crítica y un profundo sentido de experimentación. Sus provocadores objetos, videos y reacciones performativas, testimonian una práctica creadora radicalmente heurística que contiene una visión disruptiva del arte relacionada con los espacios vitales y los rituales del caos cotidiano…

Al parecer, la mayoría de los poetas dominicanos contemporáneos, jamás pudo advertir la inminente liquidación de las bases epistémicas generadoras de la modernidad y mucho menos los destellos flamígeros del collage, el bricolage, el pastiche, el kitsch, el camp, el Pop-art, el Neo-geo, el happening, elperformance y el videoarte, como recursividades y opciones creativas medulares del proceso articulador de las prácticas estéticas polisintetizantes, metamórficas y definitivas de la posmodernidad.

En Santo Domingo, tan solo a partir de la última década del siglo XX, con el “Movimiento Erranticistas” de Glaem Parls (Pipen) y el “Movimiento Urbano” (escritores, creadores visuales, músicos y performers), vislumbraremos los trazos, textos, sonidos y ritmos expresivos discontinuos de una posmodernidad que estalla hipermimética y rebelde desde y sobre la inevitable precariedad de la vieja dialéctica entre los signos y las cosas. Así, desde los discursos estéticosy metaestéticos del “Erranticismo”y el “Urbano”, arde y prolifera la expresión excéntrica, esquizoide, esperpéntica y hasta trágica de la forma, el gesto y el ritmo disociados radicalmente de su sentido.

Pastor de Moya. La bandida. Ensamblaje Materiales diversos.
Pastor de Moya. La bandida. Ensamblaje, Materiales diversos.

Sin embargo, Geo Ripley (1950); Genaro-Yi-Yoh-Robles (1960) y Ramón Pastor de Moya (1965) integran en la actualidad una especial trilogía de creadores multidisciplinarios cuyas producciones y trayectorias paralelas nos revelan ipso facto un espíritu disruptivo y una pulsión semiótica que liberan sus diferentes propuestas creadoras de cualquier gravidez estética diacrónica al mismo tiempo que sus distintivas reacciones visuales, instalativas y performativas, activan nuevos proyectos de resignificación simbólica.
En esta ocasión, me atrae el caso particular de Pastor de Moya, escritor laureado, performer, gestor cultural, activista político, librepensador y aportador de textos esenciales a la producción poética dominicana de las últimas tres décadas, pues sus inefables ensamblajes; sus insólitas puestas en espejo de lo real y lo no real y sus pantagruélicos performances visuales y sonoropoéticos, imponen su registro como prueba axiomática de una de las propuestas más lúcidas y desquiciantes del arte dominicano contemporáneo.

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Entre los textos poéticos publicados hasta ahora por Pastor de Moya figuran “El humo de los espejos” (1985); “Alfabeto de la noche”( 1995); “Jardines de la lengua”(2001) y “Juguete de Hielo” (2016). Entre sus libros de relatos y ensayos, destacan “Buffet para caníbales (2002); “Altares y profanaciones (2005); “La piara” (2011) y “Las niñas que comían cerezas para espantar la muerte” (2018). En su práctica creadora, fusiona con asombrosa precisión e ingeniosidad imaginativa la poesía, la narrativa, el ensayo, el ensamblaje, el performance y el video.

En la actualidad, Pastor de Moya forma parte del Ministerio de Cultura como viceministro de Identidad Cultural y Ciudadanía. Su labor y responsabilidad como gestor cultural le obligan a estar pendiente y bajo la constante mirada desde lo interno y externo. Sin embargo, en los últimos años, los resultados de su concentrada, silenciosa y ejemplar entrega, le establecen como uno de nuestros creadores contemporáneos de mayor proyección y reconocimiento a nivel internacional.

3. Ricardo Toribio. Retrato del poeta incendiario Pastor de Moya. Acrilica sobre tela 2020.
Ricardo Toribio. Retrato del poeta incendiario Pastor de Moya. Acrílica sobre tela, 2020.

Pastor de Moya ha exhibido su obra de manera individual y colectiva en República Dominicana, Chile, Portugal, Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico. Entre sus reconocimientos destacan el Premio Internacional de Cuentos Casa de Teatro (1993, 1996 y 2000), el Premio Nacional de Cuento (2003), el Premio Especial del Jurado del Segundo Festival Latinoamericano de Cine y Video de Buenos Aires, Argentina (2004) y el Premio Internacional de Arte-objeto de la Revista Artes en Santo Domingo, evento en el cual participaron 154 obras de igual número de artistas latinoamericanos y del Caribe (2006).

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La naturaleza radicalmente lúdica y polivalente, más la imprevista capacidad de asombro del “caníbal”, polifásico y expansivo repertorio metafórico de Pastor de Moya, han sido aspectos especialmente resaltados, enjuiciados y valorados por reconocidos intelectuales y especialistas nacionales y extranjeros como Marcio Veloz Maggiolo (1936-2021), Diógenes Céspedes, Miguel D. Mena, Tony Raful, Eugenio García Cuevas, Fernando Valerio Holguín, ReyAndújar, Fernando Arrabal y Miguel Carvalho.

En este sentido, nos advierte Diana Ramos Gutiérrez, especialista boricua en Literatura Hispanoamericana: “La poesía de Pastor de Moya se aproxima de forma cruda a los espacios de la cultura popular, en especial al de la farándula superficial, dominando la forma de aproximarnos a nuestra animalidad, la muerte, la comida y la historia. Así toman forma en La piara una manada de mensajes y prosa aparentemente inconexos, aún cuando se acoge el orden posicionado por el autor”… Y, precisamente, este preclaro y sensible criterio de Ramos Gutiérrez también deviene extensivo a losmás resistentes y elocuentes efectos de la práctica artística radiante y pasional de Pastor de Moya.

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