El caso Tucano se reactivó ayer con un nuevo interrogatorio hecho al coronel de la Fuerza Aérea, Carlos Piccini Núñez, principal implicado en el soborno que habría pagado la empresa brasileña Embraer por la compra de la flotilla de aviones que le hizo el Estado dominicano en 2008.
Piccini Núñez fue trasladado desde la cárcel de Najayo, San Cristóbal, donde guarda tres meses de prisión preventiva, hasta la Procuraduría Especializada contra la Corrupción Administrativa (Pepca), alrededor de las 10:00 de la mañana.
Aunque a su salida ni él ni su abogado que le acompañó quiso ofrecer declaraciones, trascendió que fue requerido por la PEPCA para profundizar las investigaciones del caso, en procura de nuevas evidencias.
PEPCA sabe. Piccini Núñez ha reiterado ante la prensa que la PEPCA sabe quienes se distribuyeron los US$3.5 millones que Embraer admitió haber dado en el país en la negociación de los tucanos.
“La PEPCA sabe dónde tiene que ir y la tecla que debe tocar”, dijo el imputado el pasado 13 de septiembre cuando le fue ratificada la prisión preventiva por la Tercera Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional.
Aseguró que el Ministerio Público le está imputando hechos “solo a una parte de un gran escenario”.
Fue en los allanamientos practicados a Piccini Núñez donde la PEPCA encontró documentos que comprometen la responsabilidad del coronel en el caso Tucano, así como fotografías de viajes a Brasil junto a legisladores, en las que aparecen en restaurantes con ejecutivos de Embraer.
Los demás imputados. Son hasta ahora el exsecretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Pedro R. Peña Antonio, y los empresarios Daniel Aquino Méndez, y su hijo Daniel Aquino Hernández, bajo arresto domiciliario.
Entre las personas interrogadas por la PEPCA figura Samuel Pereyra Rojas, presidente de una de las empresas utilizadas por Embraer para envío del dinero al país. Pereyra Rojas es primo del senador Luis René Canaán Rojas.