Una brillante forma de dotar de elegancia su jardín es mediante la instalación de una pérgola.
Éstas son un elemento estructural formado por un corredor franqueado por columnas que soportan vigas longitudinales que unen las columnas de cada lado y otras transversales que unen ambos lados y sujetan un enrejado abierto donde usualmente se desarrollan plantas trepadoras.
Las pérgolas son una opción perfecta para pasar el día al aire libre, en su propia casa y sin tener que sufrir las inclemencias del tiempo.
Esto gracias a las múltiples posibilidades que le ofrece este tipo de mueble de exterior, tanto en decoración como en confort.
Motivos
Lo más habitual es recurrir a los vegetales para su ornamentación a través de enredaderas, canastas colgantes y otras plantas trepadoras.
Pueden enlazar pabellones, pueden hacer de marquesinas en las terrazas o piscinas, y pueden ser estructuras que proporcionan sombra y refugio a lo largo de un camino. Lo cierto es que las pérgolas son un elemento imprescindible en la decoración de los espacios libres.
Su historia
Origen
La palabra pérgola proviene de la palabra italiana pergola y, a su vez, ésta procede de la palabra latina pergula. El término en italiano ya era utilizado en torno a 1645 como elemento arquitectónico.