En los últimos meses se han registrado varios ataques de perros a ciudadanos, incluyendo algunos a menores de edad, que preocupa a una parte de la ciudadanía.

El más reciente caso ocurrió a finales de enero en el Barrio Nuevo la Herradura de Santiago, cuando la señora Ana María Montero fue atacada por dos Pitbulls, que les causaron lesiones profundas en varias partes del cuerpo.

En una entrevista especial para el programa de investigación El Informe con Alicia Ortega, Montero narra que iba de camino a la iglesia, cuando fue sorprendida por los animales, cayendo al piso y siendo atacada sin piedad.

“Yo soy cristiana e iba para el matutino, yo no vi esos perros. Yo iba con una sombrilla porque estaba lloviendo y me volaron y yo dije Señor, me convierto a ti de nuevo”, narra angustiada la víctima.

Un caso similar ocurrió una semana después en Azua, cuando el niño Odailyn Díaz fue mordido por unos caninos, también de la raza Pitbulls, mientras trataba de defender a su primo de un año.

El pasado, dos personas, incluyendo un menor de 13 años y una enferma mental, fueron atacados brutalmente por dos Rottweilers, en el interior de una iglesia en Haras Nacionales, Santo Domingo Norte.

En el caso del menor, recibió mordeduras profundas en su pantorrilla, en momentos en que buscaba un balón de basket en el interior de la capilla, por lo que tuvo que ser operado.

En el mismo lugar y unos ocho meses después, una indigente penetró en la madrugada a la iglesia y los cuatro caninos se le abalanzaron, dejándola en estado agónico.

Pero a pesar de que estos casos aparentan ser recurrentes, según expertos veterinarios, no son comunes y guardan relación directa con la crianza de estos animales.

“Todo dependerá de su educación y su adiestramiento desde los primeros años de su vida que van a incidir totalmente en su etapa adulta, ya sea sea con un temperamento amigable o reactivo” indica Vilma Gómez, médico veterinaria consulta por el Informe.

Pero cada vez que este tipo de eventos ocurre, hay corrientes que exigen la eutanasia para estos animales con comportamientos agresivos, abriendo amplios debates al respecto.

Sin embargo, para defensores de los derechos de los animales, como la doctora Marilyn Lois, quien fue procuradora fiscal encargada de esa dependencia, este es un recurso que no puede ser utilizado a no ser por una condición de salud crítica y no por su comportamiento.

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