Pocos saben qué eran los ajusteros

Pocos saben qué eran los ajusteros

Teófilo Quico Tabar

Desde hace mucho tiempo se ha venido hablando y escribiendo sobre la presencia de naturales haitianos en las labores agrícolas y más recientemente en la construcción. Mucho más, sobre lo que ha ocurrido en el país en la industria azucarera y las acusaciones que se han hecho sobre el empleo de la mano de obra en las labores del corte y tiro de la caña.

He advertido por años que la mayoría, y, peor aún, muchos protagonistas, desconocen a fondo todo el andamiaje que conlleva esas labores y sus complejidades. Pocas veces se ha planteado o explicitado claramente cómo ocurrían las cosas en esos sectores. Tampoco se ha dicho que no era necesariamente responsabilidad total de los gobiernos y ni siquiera de los ingenios o funcionarios. Sin dejar de reconocer que, de alguna manera, contaban con herramientas para amortiguar esos problemas.

Puede leer: Que nadie baile tu mujer y que nadie corte tu caña”

Hay que recordar que existían 12 ingenios o centrales azucareros propiedad del Estado, que luego de la desaparición la tiraría Trujillista se convirtió en el Consejo Estatal del Azúcar -CEA-. Que era el mayor productor de caña y de azúcar del país. Buena parte de esos 12 ingenios producían su propia caña, pero también hacían acuerdos o contratos con particulares, denominados colonos de caña. Los colonos producían caña por su cuenta, aunque orientados por el CEA, quien se las compraba para molerla. Igualmente ocurría con otras empresas productoras de azúcar privadas del país. Las labores agrícolas eran básicamente: siembra, cultivos, corte, tiro

Tanto los ingenios del Estado como los privados, realizaban esas tareas por cuenta propia, pero algunos contrataban a particulares. Por ejemplo, para el corte y tiro, sobre todo los ingenios privados, al igual que los colonos, hacían uso de los denominados “ajusteros”. Terminología que, según me enteré, se cambió por la de proveedor o suplidor.

Los ajusteros eran personas conocidas o influyentes y, de alguna manera, eran los responsables de proveer los trabajadores agrícolas y quienes manejaban el personal. Los ajusteros a su vez, subcontrataban capataces para que pudieran ocuparse de determinados campos, ya que se trataba de extensiones de terreno grandes y en diferentes lugares.

Había colonos laboriosos y responsables que se ocupaban de sus fincas. Pero hay que admitir que muchos pecaban de ausentismo. Solo iban a sus colonias de paseo o a montar caballo. Otros eran militares y jefecitos políticos que enviaban subalternos a sus colonias a atender esos menesteres. O sea, que no tenían pleno control de lo que ocurría, sobre todo en lo relativo al manejo del personal.

En resumen, los propietarios acordaban un precio por las labores con el ajustero, pero éstos a su vez lo subcontrataban con los capataces y así sucesivamente, cobrando cada quien su comisión y provocando una cadena que según estudios, iba en perjuicio del trabajador agrícola. De lo que los ingenios o ejecutivos no eran necesariamente responsables. ¿Qué estoy sugiriendo? Que aunque la construcción es diferente y existen tarifas para las diferentes labores, habría que determinar si algo similar a lo que ocurría con los ajusteros en los ingenios, podría ocurrir con la mano de obra nacional que de alguna manera provoca su ausencia en las obras.

Más leídas