El duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, fue ingresado en un hospital el martes por la tarde «como una medida de precaución» luego de que se sintió mal, dijo en una declaración el Palacio de Buckingham.
El príncipe Felipe, de 99 años de edad, fue trasladado al hospital King Edward VII de Londres, agregó la nota.
Una fuente del Palacio dijo a la BBC que viajó en auto hasta el hospital, donde fue ingresado por recomendación de su médico.
El duque se había estado sintiendo indispuesto durante algunos días pero esto no tiene relación con el coronavirus, añadió la fuente.
Agregó que él se encuentra «con buen ánimo» en el hospital, donde se espera que permanezca durante unos pocos días descansando y bajo observación.
La reina Isabel II, de 94 años, optó por permanecer en Windsor.
El mes pasado, el Palacio anunció que el príncipe Felipe y la Reina habían recibido las vacunas de covid-19 de un médico de familia en el castillo de Windsor.
La pareja había estado pasando el confinamiento por el coronavirus en el castillo de Windsor, en Inglaterra, con un pequeño grupo de empleados domésticos.
Además, celebraron Navidad en su residencia de Berkshire, en lugar de realizar la tradicional reunión de la familia real en la casa de campo de Sandringham (Norfolk, este de Inglaterra).
Un portavoz de la oficina del primer ministro Boris Johnson dijo que envió sus «mejores deseos» al duque mientras pasa «unos pocos días de descanso en el hospital».
Análisis de Jonny Dymond, corresponsal real de la BBC
El Palacio resguarda con bastante celo la privacidad de los miembros de la familia real cuando se trata de asuntos de salud. Quienes esperan escuchar montones de comentarios resultan invariablemente decepcionados.
Pero los portavoces del Palacio han insistido mucho en enfatizar que esta no fue una hospitalización de emergencia sino preventiva.
El duque ha entrado y salido del hospital en varias ocasiones durante los últimos años.
Pero, en general, sus últimos años han estado marcados por su salud y energía. Dejó de fumar el día que se casó con la Reina, nunca ha sido un gran bebedor y durante décadas fue un deportista entusiasta, trabajando de forma constante para mantenerse fuerte y en forma, cuando otros podrían haber sido tentados a no esforzarse tanto.
La última vez que fue visto en público parecía gozar de buena salud, se mantenía en pie sin ayuda y el martes por la tarde ingresó caminando al hospital, donde llegó en auto.
En diciembre de 2019, el duque pasó cuatro noches en el hospital King Edward VII, donde fue ingresado como una «medida preventiva» para ser tratado por una «condición preexistente».
Posteriormente recibió el alta la víspera de Navidad y fue llevado a la casa de campo de Sandringham en Norfolk (en el este de Inglaterra), donde pasó la Navidad con la Reina.
El tratamiento que ha recibido por diversas condiciones de salud durante los años incluyen el bloqueo de una arteria coronaria en 2011, una infección de la vejiga en 2012 y una cirugía exploratoria en el abdomen en junio de 2013.
El duque no asistió a los actos para conmemorar el aniversario de la batalla de Jutlandia por «recomendación del médico» en 2016, antes de retirarse de sus tareas oficiales en 2017.