En República Dominicana decir Padre Francisco Xavier Billini es sinónimo de filantropía. Uno de sus legados es la Lotería Nacional, creada el 24 de octubre de 1882, con el fin de ayudar a las causas de beneficencia y a los más pobres. En ese entonces funcionaba bajo el nombre de ¨La Lotería del Padre Billini¨.
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El italiano Juan Antonio Billini y Ruse, que llegó a principios del siglo XIX a la isla en una expedición enviada por Napoleón Bonaparte y Ana Joaquina Hernández y González, que aunque nació en Cuba, era hija de padres dominicanos; fueron los progenitores de quien estaba llamado a convertirse en sembrador de obras sociales en el país. Francisco Xavier Billini nació en Santo Domingo, el 1 de diciembre de 1837, en la casa que actualmente está marcada con el número 33, en la calle 19 de Marzo.
Fue bautizado, según la tradición de la iglesia Católica, el 11 de diciembre de 1837, en la Catedral de Santo Domingo, adonde años más tarde regresaría, pero ya investido como sacerdote.
Su vocación por el sacerdocio le llegó temprano, dando claras muestras de que su vida sería orientada por la fe cristiana. Estudió en el Seminario Santo Tomás de Aquino.
Fue el obispo Tomás Portes e Infante quien le concedió la licencia de hábitos. También, la primera clerical tonsura. Esto último ocurrió en junio de 1851. Más tarde, en abril de 1861, en Puerto Rico, Fray Benigno Carrión de Málaga lo ordenó sacerdote. Ya como clérigo, acogió la palabra de Dios, la educación y el servicio a favor de los más necesitados, como su razón de ser. En la iglesia Regina Angelorum, el 9 de junio de 1861, cantó su primera misa.
Las obras
En junio 19 de 1869, con apenas 8 años de ser ordenado sacerdote, en la calle Santomé de la actual Zona Colonial, fundó la Casa de la Beneficencia. “La Casa de la Beneficencia” albergó y sostuvo, con el fervor de Dios y de personas caritativas, un gran número de desvalidos que allí encontraron pan espiritual y pan de trigo”, refiere el historiador.
La Casa de la Beneficencia no es sino la precursora de lo que hoy los dominicanos conocemos como Hospital Padre Billini, convertido en un cenro de salud y docencia para residencias médicas.
No conforme con esta magnífica obra, el padre Francisco Xavier Billini, le tendió su mano benefactora a los niños huérfanos de la época. Por eso creó la Escuela de Artes y Oficios. Más tarde, su caridad se creció aún más. Fundó un leprocomio, que fue instalado en lo que actualmente conocemos como la Iglesia San Lázaro. Sin parar, instaló un centro para dementes, que originalmente fue instalado en las ruinas del Convento de San Francisco, en octubre de 1885. Para la publicación de los periódicos “La Crónica” y “El Amigo de los Niños”, diligenció también una imprenta.
Se suman al largo rosario de obras sociales, la creación de una biblioteca popular, para brindarles servicios a los estudiantes económicamente menos agraciados. Fueron sabios y atinados los caminos elegidos por el padre Billini para cumplir con sus objetivos de bien a favor de miles de personas.
La enseñanza ocupó un lugar privilegiado. Francisco Xavier Billini, el 1 de agosto de 1882, fundó el Colegio San Luis Gonzaga. Por 24 años dirigió el centro académico, que se convirtió en referencia de la excelencia académica. Allí, acogió a ricos y pobres. Por él desfilaron estudiantes que pronto serían reconocidos, no sólo por sus méritos académicos, sino por su patriotismo. Entre otros, fueron egresados del centro académico, Gastón Deligne, Miguel Ángel Garrido, Emilio Prud’Homme y Demetrio Rodríguez.
Mantener todas sus obras de caridad no era tan fácil. Los recursos económicos no abundaban, ni tampoco personas identificadas con la causa. Eso no detuvo al padre Francisco Xavier Billini. Pronto encontró una alternativa para mantener en funcionamiento sus múltiples organizaciones a favor de la enseñanza y los más pobres. Así nació la Lotería, hoy convertida en Lotería Nacional. El sacerdote obtuvo una licencia para poder operar una lotería en el país. Además, consiguió que, mediante la Resolución 3282, del Poder Ejecutivo, el sorteo fuera exonerado de pagar impuestos.
Su muerte
El padre Francisco Xavier Billini murió el 10 de marzo de 1890, infectado por tuberculosis. Tenía 54 años.
A la Junta de Caridad le encomendó todas las instituciones que había creado.
“Ustedes que se llaman de mi familia, átenme las manos y los pies, acuéstenme para reposar así con toda la humildad”, fueron sus últimas palabras. En seguida, inclinó la cabeza y murió.
Sus restos reposan hoy en la Iglesia Regina Angelorum, de la Zona Colonial.