Uno de los requisitos fundamentales para poner en vigor un proyecto de nación en deporte, es contar con una efectiva estrategia de educación ciudadana. La misma contribuye a que cada ciudadano como sujeto individual, grupo o nación, logre su desarrollo físico, intelectual y afectivo, consciente de la importancia de la actividad.

Desde esa perspectiva, podrían replantearse los fines y acciones básicas de desarrollo en el sector deportivo y participar en la gestión de un sistema renovado en deporte, insuflado por nuevas ideas, enriquecidas a través de la sociedad del conocimiento.

Un criterio en tal dirección fue sustentado hace algunos años por la firma Instituto de Estudios Caribeños (INEC) en un enfoque sociológico de la situación del deporte en la República Dominicana, elaborado sobre la base del Primer Censo Nacional en Deporte.

Fue a partir de la instalación de las actuales autoridades del Ministerio de Deportes, que se optó por poner en práctica una real política de educación ciudadana en el deporte, mediante la formulación del Plan Nacional de Desarrollo Deportivo, siguiendo los lineamientos de la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo y el Plan Nacional Plurianual del Sector Público.

Para la formación de una conciencia ciudadana en deporte, primero se debe pensar en la escuela. En la enseñanza tradicional en deporte, la acción deportiva, la organización y los actores eran parte de un contenido curricular asociado a la idea de que el deporte contribuía a la vida sana de la población.

Pero los cambios que viene experimentando la escuela en los últimos tiempos, requieren nuevas nociones sobre la actividad deportiva. De ahí, que la estrategia del Ministerio de Deportes de trabajar hoy en día más acorde con las nuevas metodologías de planificación y en respaldo del deporte en edad escolar y la política deportiva municipal.

También se hace necesario procurar que los conceptos y teorías conocidas por el sistema educativo sobre el impacto del deporte en la vida dejaran de ser simples enunciados y comenzara a pensarse en un currículo de carácter integral con nuevo contenido y que cada ciudadano viera en las prácticas deportivas un derecho para todos hacia el pleno desarrollo y la democratización.

Por largo tiempo ha hecho falta una orientación que se preocupe por impulsar procesos formativos para que la ciudadanía desarrolle conciencia sobre el valor del deporte para cada persona, grupo o colectividad.

Una de las mayores debilidades ha estado en desconocer el papel del deporte en la formación de una conciencia nacional y su trascendencia para la construcción de una humanidad a través del fortalecimiento de grupos sectoriales y entidades.

El sistema deportivo debe abocarse cada vez más a una filosofía de enseñanza del deporte como un valor personal y nacional, como factor para formar una ciudadanía con conciencia planetaria y como un elemento de gran importancia que permita una convivencia positiva.

Una estrategia manejada desde una perspectiva ética en deporte, forma seres humanos libres, capaces y conscientes. Nunca antes se habían dado las condiciones en nuestro medio para producir cambios desde una visión de educación ciudadana en deporte.