¿Predecir un futuro incierto? De nuevo la incertidumbre

¿Predecir un futuro incierto? De nuevo la incertidumbre

Partidos políticos dominicanos.

La predicción
Descubre tu futuro, en tu alma acecha, allí está tu semilla con sus lazos, allí ya están escritos tus abrazos, tus idas, tus regresos, fecha a fecha.

Descubre tu futuro, en tu alma acecha, allí está tu semilla con sus lazos, allí ya están escritos tus abrazos, tus idas, tus regresos, fecha a fecha.

El arco aguarda en ti por cada flecha, el fuego en tu riñón y tus ocasos, no hay nada que no esté ya entre tus plazos, ni piedra que no forme alianza estrecha.

Ninguno avanzará en tierra derecha si no se mira a sí y entre sus brazos no entiende que ya lleva su cosecha. El resto repartir, seguir los trazos del tiempo por vivir y en cuya brecha debía yo escribir para tus pasos. Oscar Pérez

Desde el pasado 16 de agosto de este año 2022 hasta el 16 de agosto del año 2024, el país vivirá ¡otra vez! en la vorágine electoral. Y, como si no faltasen dos años, los políticos de TODOS los partidos comenzarán a expresar sus discursos estridentes y llenos de intereses. Los de la oposición criticarán la política gubernamental y serán capaces de boicotear medidas importantes del Gobierno. La historia del país nos muestra con crudeza la realidad, los ejemplos sobran. Salvador Jorge Blanco fue el principal opositor de Antonio Guzmán como presidente del Senado, y por su tozudez impidió que se aprobara la Presa de Tavera. A Jorge Blanco le ocurrió lo mismo con Majluta, quien también desde la presidencia de la cámara alta, boicoteó todas las iniciativas provenientes del Ejecutivo. Lo mismo ocurrió en el primer Gobierno de Leonel Fernández, pues el PLD era extremadamente minoritario en el Congreso. Pero cuando el PLD se convirtió en mayoritario en el Congreso repitió la historia, como buen partido de oposición.

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Mientras la oposición atacará, los defensores del Gobierno enarbolarán los aciertos y los avances logrados en tan poco tiempo. En fin, volverá el juego de culpas, disculpas, inculpas, exculpas, mentiras, denuncias y algunas verdades.

El panorama todavía no puede vislumbrarse claramente. La oposición está ahora representada por el nuevo-viejo partido llamado Fuerza del Pueblo; Leonel Fernández está activo y atacando de frente a su otrora aliado táctico en las elecciones de 2020. El PLD, disminuido en su estructura, con un Danilo Medina sin el empuje ni el liderazgo de unos años, tiene muy pocas posibilidades de ganarse el voto. Se ve el líder del expartido oficialista muy acabado y preocupado. Por otro lado, los precandidatos del partido morado no tienen discurso coherente ni atractivo y hasta el momento tampoco han demostrado capacidad de movilizar a las masas. Las demás organizaciones, mal llamadas partidos, están colocadas en el olvido indigno. Son los casos de lo que queda del Partido Revolucionario Dominicano y Partido Reformista Social Cristiano; ambos grupos apostaron a su alianza con el PLD y ahora están en la periferia de la política.

Por el lado de las fuerzas progresistas el panorama no es envidiable. Alianza País, bajo el liderazgo de Guillermo Moreno, no acaba de arrancar a pesar de los años y años intentando convertirse en fuerza renovadora. La ruptura con Opción Democrática evidencia un profundo cuestionamiento a la figura del eterno “líder” del grupo llamado Alianza. Está por verse si Opción Democrática, que fue el lugar donde mi amado hermano Peng Sien militó por última vez y continúan su herencia su hija, su mujer y algunos sobrinos, puede desarrollarse y capturar a las fuerzas críticas de la nación. Los próximos meses constituirán una prueba de fuego para esa organización.

El PRM, partido del Gobierno, está apostando a la reelección. En esa nueva-vieja estructura política existe una eterna tensión, entre las viejas concepciones políticas (cargas de clientelismo político y visión del Estado como asalto al poder para beneficios particulares) y un grupo que ha apostado al país. Una dificultad de ese partido es que toda su estructura dirigencial está en el Gobierno y esto impide que se pueda realizar un proceso de fortalecimiento estructural de la organización, más aún, ofrecerle una visión estratégica, un marco ideológico conceptual. El presidente Luis Abinader no ha logrado hacer un Gobierno unificado. A veces, desde la distancia, lo siento solo. Pero, a diferencia de los demás partidos, está en el poder y se ha ganado la simpatía no solo en el país, sino en América Latina. Las últimas encuestas latinoamericanas así lo han demostrado.

Quedan dos años para el próximo torneo electoral, nunca mejor dicho, y es difícil hacer un análisis futurista. No es mi experiencia porque soy historiadora, y estudio el pasado, no el futuro. Puedo simplemente ver las posibilidades actuales y proyectarlas.

Lo triste de esta coyuntura política, es que no han aparecido nuevos liderazgos. Leonel Fernández es un hombre de 70 años, ya no es el joven político prometedor con un discurso nuevo del año 1996. Margarita Cedeño, ex de Fernández, no tiene ni siquiera discurso. Verla intentando ganarse a la juventud utilizando las redes sociales y cantando reguetón, parece más bien una caricatura de sí misma. Francisco Brito, buen hombre, pero le falta empuje. Abel Martínez, que ha hecho una buena labor en Santiago como alcalde, no deja de tener un discurso y una práctica políticas tradicionales, para describirlo de alguna manera. No creo tampoco que Hipólito Mejía pueda presentarse ya como alternativa, sus bromas ya no hacen gracia ni le hacen ganar adeptos.

Esperemos los próximos 24 meses que vendrán. A ver qué propondrán los aspirantes presidenciales sobre la difícil situación que vivimos. Al Gobierno del PRM le han tocado dos grandes desafíos internacionales: la pandemia y la guerra actual de occidente con Rusia. Mientras escribo esto, los rusos asesinan inocentes ucranianos en una lucha por el poder para imponerse a sus archienemigos de la OTAN. Un tiempo difícil vivimos. Hasta la próxima.

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