“Preguntas y Consejos para Danilo Medina”

“Preguntas y Consejos para Danilo Medina”

Manuel Cruz

Mi querido y admirado expresidente Danilo Medina, hoy que imagino que ya ha bajado un poco el éxtasis que generan las ínfulas del poder y que usted medianamente ha vuelto de manera forzosa a la cotidianidad del hombre común, con el permiso de sus áulicos perpetuos he querido tener la osadía de dirigirme a usted de la misma forma que lo hice con su antecesor en el año 2012.

En virtud de ello, ojalá tuviera usted la posibilidad de dedicarle 10 minutos de su agitado tiempo a las preguntas de este humilde mozalbete oriundo de un barrio marginado y criado bajo la premisa de comer lo que aparezca. Pero, que tiene el mérito si es que eso sirve para algo de haber arriesgado su vida para que usted fuera presidente y, de ser el único en presagiar desde hace 4 años en lo que usted y Leonel convertirían al PLD.   

Danilo y su Obra de Gobierno.   

Solo un fanático pletórico o un enajenado podrían dejar de reconocer la gigantesca obra antropocéntrica que usted acaba de legarle al país, dicho ejercicio gubernamental le ha generado tanta valoración que hasta sus más acérrimos detractores le reconocen sus dotes de hombre trabajador, aunque no piensen lo mismo de quienes fueron sus colaboradores.   

Sin embargo, ningún ser humano tiene una personalidad homogénea todos tenemos diferentes facetas que nos pueden llevar a cometer un error y, dañar en consecuencia la percepción y valoración holística que tienen las personas sobre nosotros. Y sin lugar a dudas, el rol político que usted jugó en esta campaña le pasará factura a toda su trayectoria.

Por tal razón, me surgen algunas inquietudes que ojalá pudiera responderme. Verbigracia, ¿qué mal tan grande le hicieron los dirigentes del PLD que le ayudaron a ser presidente que usted los cambió por un club de amigos? ¿Por qué ahora deben elegirlo presidente del PLD si cuando usted impuso a Gonzalo probó que el mérito partidario no vale nada?

De igual forma, ¿qué ganan los peledeistas con tener como líder a un hombre que prefiere quedarse ciego antes que aceptar las ideas de los demás? ¿Será que Juan Bosch dejó un testamento para que usted heredara el PLD? Y, ¿merece seguir liderando el PLD alguien a quien se le apoyó en todo y aun así sacó a su partido del poder?           

Mi Consejo para Usted.

El poeta y dramaturgo inglés Joseph Addison manifestó “que no hay nada más difícil como tratar de hacer agradable un buen consejo”. Desde esa perspectiva, más que a la exegesis de mis palabras debería prestarle atención al fondo de mis argumentos aun carezcan del ritmo musical que le acostumbraron a escuchar sus genuflexos.

Por eso, quisiera aconsejarle que deje de buscar la calificación y el reconocimiento de su gestión en el presente ya que son las futuras generaciones las que colocan a los hombres en el lugar que la historia les tiene reservado. Además, no puede usted olvidar que todo aquel que es elegido presidente es quien tiene una deuda perenne con el pueblo y no al revés.

La Política no es Matemática.

La perspicacia nos infiere que ese afán desmedido de quedar etiquetado con notas sobresalientes en el imaginario del pueblo, no es más que la alfombra sobre la que busca que mañana hagan comparaciones entre su gobierno y el actual, consciente por supuesto de que éste es un país que recicla a sus líderes sin importar su edad.

Empero, está ignorando que ni siquiera ocupando el poder usted le pudo adjudicar valores absolutos a la política pues la misma no es matemática; eso significa, que si se aferra a volver o en gravitar políticamente estará condenado a recibir las embestidas del poder que usted mismo utilizó contra sus adversarios y compañeros.

Asimismo, veremos a los líderes emergentes del partido desconsiderándolo, irrespetándole y resaltando ellos mismos las cosas negativas que pudieran haber ocurrido en su gobierno; eso sin contar los enemigos que usted mismo se agenció y las leyes de Maquiavelo que le aplicará el presidente actual en busca de jubilarlo a perpetuidad.  

En efecto, mi distinguido expresidente si escoge el mismo camino de su antecesor e ignora mis consejos el tiempo le dirá en forma descarnada cual es el precio de creerse infalible y, jamás olvide que a los líderes que no escuchan el sonido de los tiempos la historia se monta en un rodillo y les pasa por encima.              

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