La presentadora del noticiero Enfoque Final que se transmite en el canal 37, Katherine Hernández publica su día a día padeciendo de coronavirus, actividad que ha bautizado como #MibitácoraCovid19.
Tanto en su cuenta en la red social Twitter, así como en Instagram, la periodista de origen venezolano informa a sus seguidores su situación de salud y los síntomas que ha ido presentado con el trascurrir de los días, desde que fue diagnosticada con covid-19 el pasado 28 de diciembre.
Día 2:
«Estamos en cuarentena, me siento bien. Enormemente agradecida por cada uno de sus mensajes. También se agradecen recomendaciones de películas, aunque con esta dinámica de noticias #Twitter está de lo más dinámico».
Día 3:
«Por aquí perdimos desde ayer tanto el olfato como el gusto. Mi saturación está en niveles óptimos y el ánimo también. Mi bebé está bien Gracias a Dios! Gracias por sus buenos deseos y mensajes de apoyo. ¡Cuídense mucho! Seguimos con fe».
Día 4:
«Buenos días. Se va 2020! Seguimos gracias a Dios estables. Sin mayores complicaciones. Poca tos, saturación de oxígeno Perfecta, un poco de mareo y aún sin olfato ni gusto, así que aunque me quede mala la cena esta noche comeremos “bueno”. Abrazos».
Día 5:
«Buenos días 2021! Hoy me siento mucho mejor, acabamos de hacernos TAC de control y estamos bastante bien. Sigo sin olfato ni gusto pero con ganas de comerme este Año Nuevo. Dios los bendiga».
Día 6:
«¡Feliz sábado! Espero que no los haya agarrado el toque de queda a las 12 pm en la calle. Por aquí con síntomas leves y tos muy esporádica. Sigo sin olfato ni gusto. PD: Lo de Azua no tiene madre. Aquí “nos superamos” cada día».
Día 7:
«Tengo varias horas con dolor de barriga. Después de la última toma de los antivirales (8:30 pm) sentí que se me revolvió el estómago. Tomé manzanilla para aliviar. (Ah, el insomnio es un síntoma recurrente según muchos de los que ya han tenido #COVID19)».
Día 8:
«Me siento bien, hoy me quité la pijama y me maquillé. Hay que meterle un poco de ánimo a este encierro. El olfato ha empezado a volver con timidez. Aún los sabores son nulos. Se les quiere».