El presidente Luis Abinader afirmó ayer en Nueva York que no habrá diálogo, ni abrirá la frontera, ni revocará las medidas que adoptó, entre estas suspensión de visado, hasta que en Haití no se detenga la construcción del canal que desvía las aguas del río Masacre hacia su territorio.
“Lo único que nosotros queremos es que se respete el tratado, los acuerdos internacionales. Si ellos cesan esa construcción, nosotros nos sentaremos y volvemos a la normalidad, pero tienen que cesar la construcción. No vamos a reunirnos, ni vamos a hacer acciones unilaterales, cuando no se están respetando los acuerdos que claramente exponen que ese canal es ilegal”, indicó.
El presidente Abinader respondió preguntas de periodistas que participaron ayer en “La Semanal” que se desarrolló en Nueva York, Estados Unidos, donde participa en la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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Consideró que la construcción del canal es una verdadera provocación, porque se trata de un canal sin ningún diseño profesional, que le hace daño al río y que no podrá cumplir con sus objetivos de irrigar sembradíos en Haití.
“Tenemos mucha inteligencia de lo que está pasando allá y hemos tomado las medidas de lugar”, dijo el presidente Abinader.
“No estamos ante un Gobierno frente al cual se puede dialogar o actuar; estamos ante grupos anárquicos, como yo les he llamado, que creen que pueden hacer lo que sea sin el permiso del Gobierno haitiano y que incluso están actuando contra la institucionalidad y provocando al Gobierno dominicano; son grupos que no buscan la paz, sino lo contrario, lo que buscan es la anarquía, la división entre nosotros”, manifestó el mandatario.
Agregó que si no hay posibilidad de que el Gobierno haitiano presione a esos grupos “entonces nosotros tenemos que tomar las medidas, pues si son incontrolables para el Gobierno haitiano, no lo serán para el Gobierno dominicano y con esas medidas van a tener que ceder”.
Aclaró que en el país no hay niños fuera de las aulas y que buscan soluciones para evitarlo, ni parturientas sin camas en los hospitales, pese al aumento en la cantidad de estudiantes haitianos en las escuelas dominicanas y de parturientas procedentes de Haití en hospitales dominicanos.
“Es un gran costo que tenemos, hay gran parte de esos ciudadanos haitianos que trabajan en el país, hay otros que vienen”, dijo.
Recordó que se sigue tratando y gestionando que se construyan dos hospitales en la frontera y reveló que algunos organismos internacionales han dudado de la operatividad de esos centros de salud en territorio haitiano.
Agregó que conversó con representantes de varios organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales interesados en ayudar en la construcción de esos hospitales.
Sobre la compra de propiedades inmobiliarias en la frontera por parte de ciudadanos haitianos, el mandatario explicó que hay un área que está protegida y que con la construcción de la verja perimetral más de 200 metros alrededor de la frontera es de utilidad pública y que se prevé legislar en ese sentido.
Sobre su viaje a Cuba, dijo que se sentía en el deber de asistir a la reunión del Grupo de los 77+China, y que allá se reunió con varios presidentes y líderes, entre estos Nicolás Maduro, de Venezuela.
Afirmó que le preocupa el destino que pueda tomar el crisis generada por el desvío de la aguas del río Masacre hacia Haití, pero reiteró que “la paz del pueblo dominicano no está en riesgo en este momento. Tenemos que mantenernos en paz, como hemos convivido por más de un siglo con el pueblo haitiano”.
Informó que este miércoles hablará con el secretario general del ONU, Antonio Guterres, sobre el tema. Afirmó que aunque las dos naciones se perjudican, Haití lleva la peor parte.